¿Cómo sería una revisión indie y gore del personaje de cómic Popeye? Seguramente, muy alejada de aquella polémica relectura que hizo un incomprendido Robert Altman en 1980 –cinta, por otra parte, laureada por personalidades como el Harry Knowles de la web Ain’t It Cool News–. Ahora, High Places, la pareja de Brooklyn formada por Rob Barber y Mary Pearson se ha encomendado al realizador de Los Ángeles Keith Musil para estampar su visión del carismático marinero y, de paso, ilustrar su nuevo single, “Sonora”.
La propia Mary Pearson se enfunda el traje de heroína y encarna con credibilidad a una chica malherida que comprueba cómo su brazo adopta unas proporciones exageradas gracias a la ingesta de unas espinacas de dudosa procedencia. Su nueva arma le permitirá asaltar la cabaña de unos villanos –una versión actualizada de Bluto, el archienemigo de Popeye–, acabar con ellos de una manera poco “delicada” y rescatar a su amado, interpretado por el líder de Liars, Angus Andrew. Es decir, Popeye en clave femenina y con un claro regusto a ese cine de serie B que debe consumirse con un bol de palomitas crepitando en la butaca. También, un reflejo de la tentación que tienen muchos cineastas actuales de darle un vuelco divertido y extravagante a sus iconos de la infancia y la adolescencia.