Casi en silencio, Lisabö han vuelto. Y lo han hecho de la mejor manera posible, con un nuevo disco a la altura de su legado: “Eta edertasunaren lorratzetan biluztu ginen” es tan contundente como sus obras precedentes. Tras el último concierto de la gira de su anterior “Animalia lotsatuen putzua” (mejor álbum del año 2011 según Rockdelux), el 27 de abril de 2013 en el Kafe Antzokia de Bilbao, pararon máquinas para hibernar. Ivan Zabalegi dejó el grupo; también Joseba Ponce (Dut), refuerzo en directo. Por su parte, Eneko Aranzasti se fue a vivir al extranjero durante dos años.
En 2016 comenzaron a trabajar de nuevo de un modo casi secreto. Aida Torres, antigua componente de Lisabö, se sumó otra vez al proyecto en estudio para sutituir a Ivan a la batería, la misma que ya había tocado en “Ezarian” (2000) y “Izkiriaturik aurkitu ditudan gurak” (2005). Con Karlos Osinaga y Javi Manterola (guitarras y voces), Xabi Zabala (bajo), Eneko y Aida (baterías) y Martxel Mariskal (letras y la voz que cierra el disco), Lisabö estaban preparados otra vez para afianzarse como una de las mejores bandas de post-hardcore emocional del siglo XXI. En la grabación también ha participado la habitual Maite Arroitajauregi (Mursego) al chelo.
Para cuando llegue el directo, Borja Toval (Sacco) y Sergio Gonzalez (Izaera, Sorkum) se sumarán al cuarteto fomado por Karlos, Javi, Xabi y Eneko, la banda que volverá a arrasar en unos conciertos que son siempre una experiencia extraordinaria (ver aquí).
Y, en este caso, si la música vuelve a demostrar que en su campo son imbatibles, haciendo tangible la furia y la deseperación como pocos más, los textos de Martxel son, probablemente, su cumbre. Los títulos nos aproximan a su mundo: “La antesala de la ceniza”, “El obstinado círculo de los nómadas”, “Gotas de aceite en los labios”, “La carta no escrita antes de perder la memoria”, “En la interrupción del vuelo”, “Rodeado de anzuelos” y “Quienes vivimos fuera del tiempo”. Escuchen. 