Clip sencillo y complejo a la vez. La imagen en pantalla es limpia, casi minimalista. Y el único encuadre que se utiliza, un plano general fijo, absolutamente estático. Sin embargo, muchas cosas se activan dentro de él. Se coreografían números, flechas, palabras, personas (el propio Wiley aparece clonado en diferentes posiciones…¡treinta y cuatro veces!). Entonces es cuando ese encuadre tan rígido se vuelve dinámico.
Asignando un movimiento de puesta en escena o de montaje (repeticiones, desdoblamientos, moviolas…) para casi cada sonido, el colectivo Us dota de una extraña energía cinética a unas imágenes de poderosa y sorprendente presencia. Wiley ya ha dicho que es “el mejor vídeo que he hecho en mi vida”.