Primero Odio París, ahora Grushenka: El Genio Equivocado parece querer convertirse en cantera de jóvenes bandas dedicadas a conjugar el sentido melódico con el fondo ruidista. “Grushenka” es el debut oficial del cuarteto barcelonés tras algunas demos bastante comentadas. La inicial “Mi estrategia vital” ya sonaba en una primera encarnación en su segunda maqueta y es su mejor tarjeta de presentación: una delicia noise pop de pulso krautrock y deje vocal estilo Surfin’ Bichos –causalmente, produce Joaquín Pascual–, aunque con letra más directa, o mejor, más Planetas: “Y esto no lo arreglan ni mis letras / ni San Jota de Los Planetas”.
El resto de los cortes (otros cuatro) se mueve en un nivel menos explosivo, pero igualmente satisfactorio. Las influencias de grupos ahora internacionales como The Jesus & Mary Chain (“Feliz”, una adorable “La magnitud de la tragedia” con segunda voz de Laila) y Ride (“El silencio no es tan caro”) saltan al oído. Grushenka tampoco se quedan en el puro revival de los ochenta y los noventa: su ruido atmosférico lleva, por momentos, a los No Age mejor engrasados. Es decir, tienen la oreja pegada al aquí y ahora; una inquietud palpable. Los chicos están bien; nadie puede negarles su talento y pueden hacer (un millón de) cosas. Hay que dejarlos crecer.