Detrás de Jane Joyd se esconde Elba Fernández, joven de A Coruña con afán de trascender el gris cotidiano a través de todas las formas posibles: es diseñadora, fotógrafa y, sí, también hace canciones. En el título de este primer EP –“de concepto”, con cuatro fábulas protagonizadas por otros tantos animales– se define como tímida y pequeña, pero su voz es osada y enorme: arranca “The Cage” y se callan de golpe las conversaciones en nuestra cabeza, solo está la voz, un torbellino. Fuerza bluesy con algo de Beth Gibbons. El mesurado despliegue instrumental –cuerdas y vientos de euforia decadente, o tristeza épica– confirma que estamos ante una artista con ánimo de hacer algo serio; tampoco es que nos sobre gente así.
Los otros tres temas siguen esta misma línea, quizá sin el mismo impacto mayúsculo, pero usando de forma efectiva las dinámicas loud-quiet-loud y dejando el alma hecha un trapo y elevada al mismo tiempo. La canción dedicada a un famoso zorro medieval (“Renard Came To My House, Stole My Smile And Left Forever”) debe ser la segunda mejor del lote, que viene, atención, con packaging arty de lujo a cargo de la misma Elba Fernández. Sigamos su pista. Aquí hay ideas y promesa.