Parece que ha quedado atrás el momento prolífico de Joe Crepúsculo, aquel que lo vio emerger con tres álbumes magníficos en apenas año y medio. La maniobra de “Nuevo ritmo” –con bastantes paralelismos con “Lo nuevo” de Astrud– se puede interpretar como un ejercicio de riesgo creativo, un desafío libre a los prejuicios anglófilos que imperan en nuestra escena... y también como una forma de camuflar su falta de creatividad actual.
Solo hay cuatro composiciones nuevas (y no especialmente brillantes) en el cuarto largo del catalán, aunque mantienen un curioso sentido argumental al reflexionar sobre el pasado y el futuro, mientras que “Tus cosas buenas” cumple su función de tema de apertura y declaración de intenciones (una loa al continente americano, en especial a su cono sur) sobre el cambio radical de estilo con el que nos vamos a encontrar. O quizás no tan radical: ya en “Chill Out” (2009) cobraban especial protagonismo las guitarras de aire blues-rock rancio a cargo de Sergio Pérez y algunas baterías. Ahora se incorporan también los vientos de Jens Neumaier, Maik Alemany y Edu Pou, y el otrora trovador tecno se lanza completamente a un sonido orgánico para cambiar la vestimenta a cuatro canciones de “Supercrepus” y otras tantas de “Escuela de zebras” (sus dos discos de 2008).
El teclista de Tarántula siempre ansió sonar verbenero y popular, aunque sin perder esa sensación de extrañeza macarra, algo así como el cántico del borracho lúcido de la fiesta que le otorgan sus peculiares letras. Lo consigue de forma tan nítida como surrealista al pasar sus viejos temas por un tamiz neomestizo en el que entran la bossa nova y la bachata, la pachanga y el tex mex, la canción de fuego de campamento y Phil Spector, el swing y Mark Knopfler. El problema es que, salvo “Los viejos”, todos los cortes pierden con respecto a los originales. En la mayor parte de los casos suenan cutres (¡esa voz feísta!) y casposos. Por encima del ánimo de subvertir algo, la impresión final que queda es que se trata de una broma caprichosa, y que solo funcionará dependiendo del ánimo que tenga uno de reírsela.