“I love EPs”, escribía en Twitter Andy Bell el día del lanzamiento de “Tomorrow’s Shore”. Comprensible. La historia del grupo se entiende especialmente a través de EPs y, más especialmente, sobre todo, en aquellos que precedieron al primer LP del grupo, “Nowhere” (octubre 1990). “Ride” (enero 1990), “Play” (abril 1990) y “Fall” (septiembre 1990) contenían canciones como “Chelsea Girl”, “Drive Blind”, “Like A Daydream”, “Dreams Burn Down”, “Taste” o “Nowhere”. Ride en su máxima expresión.
Sobre los escenarios de nuevo desde 2014 gracias al revival shoegazing, la moda de lo que nunca fue moda, “Weather Diaries” (2017), lanzado a mediados del año pasado, fue su primer álbum desde “Tarantula” (1996), ya con el grupo en plena desintegración. Este nuevo EP es epílogo del LP de 2017, con material surgido durante la creación del disco, pero diferenciado.
Con la formación original –Mark Gardener, Loz Colbert y Steve Queralt, junto con el ex-Oasis Bell–, los recursos de los actuales Ride, aunque sin perder de vista la esencia de sus inicios, van más allá del pedal y la mirada al suelo. Su sonido es más espacial, limpio, ambiental, con bases electrónicas.
Como en “Weather Diaries”, la producción a cuatro manos ha corrido a cargo de Alan Moulder y Erol Alkan. Este último es DJ y productor de electrónica, mientras que por las manos de Moulder han pasado gigantes como los Arctic Monkeys y The Killers, pero también shoegazers como The Jesus And Mary Chain (si es que se puede meter a los Reid en el saco), Curve o Lush. El ascendente de Alkan en “Tomorrow’s Shore” parece mucho más evidente. Se imponen los samplers en “Pulsar”, “Cold War People” y “Catch You Dreaming”. En “Keep It Surreal” ganan las guitarras.