Ellos son siniestros, ellos son totales. Nacieron en Vigo, pasaron por Madrid, Hawái los lanzó a la fama, y en China, Uganda e Irán esperan ansiosos la llegada de este disco para declarar abiertas las hostilidades con la nueva España. A ver, ¿qué se puede esperar de unos chicos que juegan a ser despiadados punks cuando han tomado claras influencias de humoristas negros, asesinos a sueldo, obsesos sexuales, ministros de asuntos exteriores y locos de atar? Supongo que fiebre, descontrol, tormentosas muestras de incivismo y sonadas faltas de educación. ¡Qué poco respeto!
Lo que más me gusta de “¿Cuándo se come aquí?” (1982), el debut en álbum de Siniestro Total, aparte de los sorprendentes himnos, proclamas y estornudos hechos canción, es el indescriptible juego de voces del que se sirven los gallegos de marras para que historias como la de “Matar hippies en las Cíes”, “Nocilla ¡qué merendilla!”, “Juegas al palé” o “Las tetas de mi novia” resulten tan absolutamente delirantes que no te dejen otra opción más que la de pensar en una piadosa extremaunción para estos cuatro locos salidos del frenopático de la esquina. Yo creo que no les vendrá nada mal.