Señoras y señores: Spiritualized, otra vez, flotando en el espacio. Tras inmensos problemas logísticos –inciertas negociaciones discográficas– y de salud –el A&E del título se refiere a la unidad hospitalaria Accident & Emergency, el equivalente a nuestra UCI: Jason Pierce estuvo varias semanas ingresado en el verano de 2005, aquejado de una doble neumonía que lo puso al borde de la muerte–, Mr. Spaceman entrega su mejor (y mayor) obra desde el memorable “Ladies And Gentlemen We Are Floating In Space” (1997), uno de los discos definitivos y definitorios de la pasada década. Toda la carrera de Pierce, incluyendo su opus previo en Spacemen 3, está anclada en un sólido y contundente fondo temático –drogas, muerte, religión– desarrollado a través de una depurada reescritura de las líneas básicas del rock, atrapado en un continuo loop de minimalismo rítmico aderezado con imponentes arreglos de cuerda y metal. Nunca ha rubricado un disco desechable, aunque el anterior “Amazing Grace” (2003) mostraba ciertos síntomas de agotamiento y flirteaba con un formulismo al borde del cliché. El (largo) paréntesis –roto con las prestaciones en directo de Spiritualized Acoustic Mainlines: quienes asistieron a sus conciertos españoles del año pasado reconocerán muchas de las claves del nuevo disco– ha servido para oxigenar a conciencia las estancias siempre sombrías del autor de “Lazer Guided Melodies” (1992).
El plan está claro: el recurrente menos es más, que alcanza aquí una de sus cotas máximas. Pierce ha decidido “limpiar” su sonido y dejarlo casi en los huesos, ha permitido que su voz emerja de los pozos eléctricos de ocasiones anteriores y, sin renunciar a ninguno de sus postulados, ha registrado un disco luminoso y terapéutico que habla de lo de siempre (infierno y redención, Jesucristo y el océano, la percepción y la perdición), pero con un lenguaje que suena puro, nuevo. El arco iris de rock, blues y gospel se despliega en colores con una sencillez tan prístina que el abultado listado de instrumentos que aparece en el libreto –otra maravilla “farmacéutica” de Farrow Design– da la impresión de ser casi una broma. Pocas veces (¿ninguna?) Pierce ha sonado y resonado tan cercano y desnudo. “Songs In A&E” no es un tour de force desenchufado, pero sí un admirable ejercicio de despojamiento de lo superfluo. Es Spiritualized filtrado, sin residuos. Incluso en los momentos en que pisa el acelerador –“I Gotta Fire”, “Yeah Yeah”, “You Lie You Cheat”– su rock’n’roll stoniano parece desprovisto de la pesada grasa retro que impide remontar el vuelo a, por ejemplo, los últimos Primal Scream.