De entre los adagios más respetados por las nuevas generaciones de cantautores folk, el de “no te parecerás a Bob Dylan” es además uno de los más procedentes. La sombra de Robert Zimmerman es, simplemente, demasiado larga para intentar escaparse de su dibujo y que te ilumine una luz propia cuando apenas eres un debutante.
El sueco Kristian Matsson, sin embargo, ha evitado el maleficio bajo el alias The Tallest Man On Earth, cuyo debut en 2008, “Shallow Grave”, ya mostró unas credenciales que compensaban el parecido entre su entonación y la del bardo de Duluth. Para su continuación, “The Wild Hunt”, Matsson no mueve una coma de su decálogo pese a alguna pincelada tomada de Bon Iver, reciente compañero de gira, y entrega un bloque compacto de diez composiciones en el que resulta imposible destacar una o dos piezas sobre el resto.
Dylan sigue sin heredero designado, claro, pero su doppelgänger sueco en la década de 2000 es un artista de méritos propios que ha superado con nota la reválida del segundo álbum.