Adentrarse en el extraño y sórdido mundo de “Langosta” (2015), una distopía situada, siendo benévolos, entre “El año pasado en Marienbad” (Alain Resnais, 1961) y “Fahrenheit 451” (François Truffaut, 1966), no es tarea fácil. Es una labor ardua acceder a este filme (premio del jurado en el festival de Cannes 2015) dirigido por el joven director griego Yorgos Lanthimos y protagonizado por Colin Farrell y Rachel Weisz. Tampoco es sencillo penetrar en su muy acorde banda sonora, recuperada en vinilo por primera vez a finales de 2017 tras ser publicada en CD en 2016. La lucha permanente del ser humano por ganarse el afecto de los demás, el miedo a la soledad o las restricciones que impone el sistema social, aquí hiperbolizadas hasta un metafórico absurdo, vienen acompañadas de una música tensa que te lleva desde lo bello y compasivo hasta el borde del suicidio a través de piezas de Beethoven, Shostakovich y Stravinsky.
El pop tiene también su cuota entre tanta disonancia con “Where The Wild Roses Grow”, recuperada del álbum “Murder Ballads” (1996) de Nick Cave & The Bad Seeds (junto con Kylie Minogue). La banda sonora cuenta asímismo con la presencia de Benjamin John Tomlin, y nada menos que con la actriz Sophia Loren con Tonis Maroudas interpretando el clásico “Ti ein auto pou to lene agapi” de la película de Jean Negulesco “La sirena y el delfín” (1957), que vendría a significar “¿qué es lo que nosotros llamamos amor?”. Mejor no preguntárselo a Lanthimos.