John Cale: “Lou Reed estaba muy amariconado. Quería ser la reina de las zorras. Lou decía algo sarcástico y Andy Warhol decía algo más sarcástico todavía, y más sutil. Eso irritaba a Lou”.
Danny Fields: “Iggy era todo lo que a Nico le gustaba: maltrecho, brillante, frágil pero fuerte como el acero, demente. Nico se enamoraba de cualquiera, siempre que fuera muy inteligente, estuviese loco o fuera yonqui”.
Ronnie Cutrone: “Jim Morrison pedía ocho vodkas con naranja, colocaba seis tuinales sobre la barra, se bebía dos o tres vodkas, se tomaba dos tuinales. Entonces tenía que mear, pero como no podía dejar los otros cinco vodkas, se sacaba la polla y meaba allí mismo. Entonces alguna chica aparecía y le hacía una mamada. Luego él se tomaba los cinco vodkas y los cinco tuinales que le quedaban, se meaba encima y nos lo llevábamos a casa”.
Wayne Kramer: “Nuestra retórica era revolucionaria, pero la realidad era que los chicos se iban de farra y si las chicas se quejaban, las llamábamos zorras burguesas. Probamos el amor libre, pero volvimos al rollo tradicional: ‘No, cariño, no me he tirado a nadie mientras estaba de gira. Por cierto, tengo que ir a la clínica de enfermedades venéreas’”.
Jerry Nolan: “Billy Murcia fue a una fiesta de ricos adolescentes ingleses y le estuvieron dando un barbitúrico fortísimo. Cuando se quedó dormido, cundió el pánico. Lo metieron en la maldita bañera para intentar reanimarlo. ¡Ahogaron al pobre Billy!”.
Angela Bowie: “Lou Reed tenía esa cosa tan neoyorquina de hacer ver que había leído, aunque no fuera verdad. Pero sabía un poco de todo y hablaba con bastante superficialidad como para que no acabaras con dolor de cabeza al final de la conversación”.
Jim Carroll: “Yo era un pésimo chapero. Me ofrecían mucho dinero, pero a menos que llevase poppers solo dejaba que me la mamasen. O hacía pajas. Nunca dejaba que me follasen”.
Patti Smith: “¿Quiénes son más artistas? Los hombres. ¿Quiénes los inspiran? Las mujeres. La masculinidad que hay en mí recibe la inspiración femenina. No estoy por el rollo de la liberación de la mujer. No puedo escribir sobre un hombre, porque me domina; pero respecto a una mujer, puedo utilizarla como musa”.
Malcolm McLaren: “Richard Hell era una chico maravilloso, aburrido, chupado, sucio y lleno de cicatrices; vestido con una camiseta rota. Su imagen, con el pelo en punta y todo lo demás, era algo que yo tenía que transportar a Londres. Nos inspiró al cien por cien”.
Son extractos adaptados del libro “Por favor, mátame. La historia oral del punk” de Legs McNeil y Gillian McCain. 