“Batida” (Soundway-Music As Usual, 2012) fue el primer capítulo de la alianza luso-angoleña. Ocho canciones repletas de aportaciones de artistas urbanos desconocidos fuera de las fronteras culturales de África como Circuito Feixado, Ikonoklasta, MCK, Ngongo y Bob da Rage Sense, más dos piezas propias (“Alegria”, “Bazuka”). Todo fue procesado, con vocación híbrida, en los estudios del productor Beat Laden en Lisboa. “Como músico y como persona me siento cómodo oscilando entre géneros, y creo que no estoy obligado a elegir. Porque la música electrónica puede ser tan tradicional como el folclore. Y como las tradiciones pueden llegar a ser tan sofisticadas como la electrónica, no tengo por qué elegir entre una y otra”, indica Batida, convencido de que “lo contemporáneo será la tradición del futuro”. En esta dirección, Coquenão reivindica influencias seminales del rock y del pop de su época, de The Clash a New Order, del jazz al house noctámbulo. “El vínculo entre culturas no es algo nuevo ni tiene una ruta que trazar con facilidad. ¿Quién empezó qué? No lo sé, porque incluso el fado tiene unos orígenes variados a partir del diálogo entre Portugal, los países africanos e incluso Brasil. Y ahora las influencias de países como Angola o Cabo Verde están muy activas en muchos barrios de Lisboa”.