Entre los referentes más claros de esta nueva orientación, sobresalen Stereolab. Canciones como “Inútil” y “Bestia” confirman la devoción que Disco Las Palmeras! siente hacia el imprescindible grupo franco-británico. También se nota su creciente gusto por la música negra –funk, soul, hip hop– en cortes como “Ensalada de planta carnívora”. Y en “La última gran bronca”, hipnosis vocal a tres bandas, se confirma su querencia hacia lo cíclico, el manejo de distintos planos narrativos, la exploración melódica y la repetición. “‘Bestia’ la empezamos por el estribillo. Era tan negroide que me daba hasta rollo; parecía Curtis Mayfield. Me acordé de ‘Emperor Tomato Ketchup’, de cómo Stereolab enfocaban el funk. Yo no me veo haciendo funk como James Brown o Curtis Mayfield, pero sí como Stereolab. Incluso las guitarras, que son abiertas. Una orientación funk desde un rollo creíble para nosotros”.
También se aprecian cambios notables en el apartado lírico. Predominan los textos beligerantes, que siempre han estado ahí. Pero en “Alegría” o “Risas” encontramos párrafos que abordan lo sentimental sin tapujos. “En el fondo todo el disco está lleno de cosas que podíamos haber hecho antes y no hicimos. Y esto también: se trataba de sacar los sentimientos. No somos Lenin, no estamos todo el día pensando en política”. Quienes les sigan desde tiempo atrás tampoco tienen por qué alarmarse. En “El orden de las cosas” y “Acción u omisión” emerge la esencia de Disco Las Palmeras! en su versión más potente, aunque también de manera más enfocada y accesible. “Intentamos romper en casi todo, aunque hay cosas que no te puedes quitar de encima. Te intentas poner un disfraz, pero debajo estás tú. Todo pasa por tu filtro, por tus decisiones y por tu gusto. Esa es la verdadera personalidad del grupo. Nos propusimos no meter ni una distorsión, pero Eric –Wofford, productor e ingeniero del álbum, que se grabó en Austin durante el verano de 2017– no era partidario. Nos dijo que no pasaba nada por meter un pedal de distorsión si un tema lo pedía. Y tenía razón. Si la canción va a quedar mejor, ¿por qué evitarlo? Es un poco absurdo imponerte algo que va en tu contra”. 