Chile rocks! más allá del pop
El éxito que hace unos años logró el pop chileno, con Javiera Mena como punta de lanza, ha despertado el interés hacia otros géneros producidos en esta faja de tierra. Su apropiación del rock ha dado de los más interesantes frutos de la región, con Los Prisioneros y Los Tres como agrupaciones más influyentes.
Asumiendo, como aquellos, que en la música no hay géneros absolutos, el dúo de Alejandro y Álvaro Gómez, Perrosky, es rockabilly, folk y blues, con olor a Mississippi, pero también a Baja California y un revés de campo chileno, nada obvio pero definitorio. “Crecimos escuchando el rock más noble. Juntamos todos esos estilos primigenios y los tocamos a nuestra manera”, comenta Alejandro, vocalista y frontman.
“Últimamente lo llamamos roll-billy-blues –intenta definir Álvaro–. Siempre me llamaron la atención las clasificaciones de Rockdelux tipo psico-folk-hardcore (risas). Me gustan porque, para alguien que no te conoce, es mejor leer un género inventado a que digan que Perrosky es igualito a este, este y aquel”. Su segunda actuación en el Primavera Sound sirvió para presentar su quinto disco, “Vivos” (2013), tras el contundente “Tostado” (2010), producido por Jon Spencer y Matt Verta-Ray.
En La Big Rabia puede sentirse la relación existente entre el cantautor argentino Sandro y Nick Cave; entre el bolero y el blues; entre Dick Dale, la Jon Spencer Blues Explosion y Los Tres. “Para mí no es raro. Nick Cave, en su contexto, debe haber tomado cosas como el bolero o la música de cabaret”, sostiene su batería, Iván Molina. “Es el dramatismo en escena, que tiene mucho de teatro, como un predicador”.
El dúo (completado con Sebastián Orellana) fue creado al calor del Primavera Sound 2011, cuando sus integrantes –entonces banda soporte de Fernando Milagros– vieron los directos de artistas que siempre admiraron como Grinderman y PJ Harvey. En su sonido, la rabia, expresada con peculiar fuerza dramática y una implacable batería que llena y compacta toda la propuesta, hilvana la descarga de rockabilly, blues, son y bolero. Su disco, “Congo Zandor” (2012), comienza a editarse fuera de Chile, empezando por el sello Intolerancia, de México.
Del rock chileno impactó antes The Ganjas y su psicodelia de dub in crescendo con energía metalera. Futuras apuestas podrían ser, en la misma línea, Yajaira, o Cómo Asesinar a Felipes, con un hip hop de estructuras cercanas al jazz, con toques de soundtracks y experimentación. 