BERNARDA, Adelaida, Ganges, Emil Saiz y Azuleceleste. ©Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
BERNARDA, Adelaida, Ganges, Emil Saiz y Azuleceleste. ©Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

Tardes Thyssen

Momentos Alhambra | Tardes Thyssen: difuminando las fronteras entre música y pintura

El prestigioso museo madrileño albergará en sus terrazas durante junio y septiembre una nueva edición de este ciclo, que aúna las mejores propuestas musicales con algunas de las obras pictóricas más interesantes de los últimos siglos.

La sinestesia es un fenómeno neurocognitivo que provoca una experiencia perceptiva automática e involuntaria en uno de nuestros sentidos cuando recibimos un estímulo en otro. Es decir, una persona sinestésica puede, por ejemplo, asociar sabores a palabras. También puede ver colores al escuchar música; este tipo en concreto se denomina cromestesia. Dicen los expertos que no se trata de una enfermedad ni de un trastorno, sino de una forma distinta de percibir la realidad.

Si no formas parte del escaso porcentaje de la población a la que le ocurre esto, seguramente te será difícil imaginarlo. Don’t panic, la nueva edición de Momentos Alhambra | Tardes Thyssen puede ayudarnos a experimentar algo parecido. En esta ocasión, cervecera y museo proponen precisamente eso: una experiencia “cromestésica” que une música y pintura a través de diez de los cuadros seleccionados del recorrido Música para los ojos, en los que la música, de una forma u otra, también es protagonista.

De esta manera, el ciclo Momentos Alhambra | Tardes Thyssen 2025, que ya empezó el 6 y 7 de junio, reunirá en la terraza del museo madrileño, los días 13, 14, 20 y 21 de junio y 5, 6, 12 y 13 de septiembre, un abanico de propuestas musicales tan variado como los cuadros a los que aportarán su particular banda sonora.

Sofía, Álvaro Corrochano, Pedro Vian, Sylvain Chauveau y caracazador. ©Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Sofía, Álvaro Corrochano, Pedro Vian, Sylvain Chauveau y caracazador. ©Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

¿A qué sonarán estos cuadros?

Desde el pop-folk minimalista de Sylvain Chauveau a la electrónica onírica de Pedro Vian o la melancolía luminosa de Ganges, pasando por el pop experimental de BERNARDA, la introspección poética de Azulceleste, o la sensibilidad ambiental de Emil Saiz y Adelaida. También habrá espacio para el indie esotérico de caracazador y las narrativas íntimas de Álvaro Corrochano, creando un paisaje sonoro tan diverso como las obras que lo inspiran.

Este eclecticismo musical también tiene su reflejo en los cuadros seleccionados para la propuesta. Entre ellos encontramos, por ejemplo, el evocador retrato de la estrella de los cabarés “Yvette Guilbert”, de Toulouse-Lautrec, o la “Pintura con tres manchas nº 196”, de Kandinski, en la que el autor precisamente pretende plasmar con colores el equivalente de la música. Pasaremos de las propuestas de Antoine Le Nain (“Los jóvenes músicos”) o Johan Zoffany (“Retrato de grupo con sir Elijah y lady Impey”) hasta el bodegón musical “Libros, jarra, pipa y violín”, del melómano además de pintor John Frederick Peto. La patrona de la música representada en “Santa Cecilia entre san Valeriano y san Tiburcio con una donante” de Francesco Botticini, o la particular visión de “Bailarina basculando (Bailarina verde)” de Edgar Degas también forman parte de esta particular selección que abarca cuatro siglos de pintura.

En definitiva, todo un lujo para los sentidos el que nos propone esta nueva edición del ciclo Momentos Alhambra | Tardes Thyssen, dando un paso más en la ya habitual calidad de sus propuestas culturales. Un auténtico oasis sensorial en medio de la gran ciudad desde donde descubrir una nueva manera de percibir el mundo disfrutando con calma de cada segundo, saboreando nuevas expresiones artísticas, y descubriendo que la relación entre música y pintura a lo largo de la Historia del Arte está más difuminada de lo que podríamos llegar a pensar. ∎

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