“FOREVER 21 (VOL.1)” es el título que Chico Blanco ha escogido para su nuevo trabajo, un doble LP que verá la luz en un par de capítulos: el primero de sus volúmenes, ya disponible, presenta un viraje hacia el house más acentuado que en sus lanzamientos anteriores. Pese a ello, tampoco supone un salto estilístico trascendental en la carrera del granadino, sino que su nuevo álbum se asimila como una evolución que, aunque palpable, no resulta sorpresiva en su trayectoria.
La relación entre su lírica y la base instrumental es evidente: Pablo Cobo se nutre de la utopía universal, juvenil y eterna, sobre la que se configura gran parte del capital artístico occidental. Así, no existe imagen sonora más nítida para narrar la mayoría de edad temprana, junto con los excesos y errores que esta acarrea, que un beat de techno: ya sea el pop house de “Q NO”, el hip house de “ENMORADODE” o el raptor house del remix de este (producido por DJ Babatr, también creador del último género mencionado), todo su conglomerado estético forma parte de la cultura de club. Dicho de otro modo, aunque la moda se vista de seda, mona se queda: terminologías aparte, el salto estilístico entre un track y el siguiente no presenta un conjunto que lleve la etiqueta de versátil. Más bien, de sentarse en algún trono, lo haría por su efectividad, pues “FOREVER 21 (VOL.1)” es preciso en su cometido, minucioso en su imaginería y, en definitiva, consecuente con su propósito. “Toda la noche despierto, divertido aunque medio muerto” (en “Q NO”) o “Enamorado de la vida (…) de la noche y la salida” (en “ENAMORADODE”) son algunos de los versos que acompañan al carpe diem jovial del granadino, que ha creado un álbum para la noche y sobre la noche desde una perspectiva casi idealista (si la juventud va intrínsecamente ligada a los excesos, ¡menos mal que nos hacemos mayores!).
Por ello, el bloque más interesante del trabajo aparece una vez pasamos su ecuador, configurándose como una montaña en cuyo pico se encuentra “NOT SORRY”, junto a LVL1. Esta se alza como una de las canciones más sobresalientes del álbum, con su particular sampleo de “Antes muerta que sencilla” (de María Isabel, ganadora de Eurojunior 2004), un recitado que le guiña el ojo a Ice Spice y una letra muy atractiva por la reinvención de algunos lugares comunes. Pertenecen también al trabajo un remix de “Q NO” realizado por Alex Wilcox y una versión extendida de “ENAMORADODE”, si bien por motivos desconocidos solo están disponibles en Bandcamp.
Lo interesante del disco de Chico Blanco es que pertenece a la nueva ola del urban sin formar parte de ella. “alpha” (2023) de Aitana, “PUTA” (2021) de Zahara o el éxito mundial de propuestas como la de Fred again.. demuestran, grosso modo, que el house está de moda con las consecuencias (buenas y malas) que puede suponer la fagocitosis de un género originariamente contracultural por parte del mainstream: de hecho, Forever 21 es también el nombre de una conocida marca de fast fashion, perteneciente a esa industria de la moda barata, consumista y con fecha de caducidad temprana a la que cada vez se parece más el mercado musical. Así, el nombre de “FOREVER 21 (VOL.1)” también puede ser interpretado como una especie de broma, y es que, dejando a un lado el debate sobre la autenticidad y el pedigrí, Chico Blanco continúa haciendo su movida en la brecha, sea cual sea y tarde lo que tarde. ∎