2023/ Conciertos nacionales

Decidido a romper con las formas consensuadas de la puesta en escena en la comunión entre humano y máquina, lo que ofrece Santiago Latorre en directo es un lenguaje de signos sonoro de intimidad extrema. Propuesta de alto riesgo que sale victoriosa por la pasión milimétricamente contenida en cada movimiento, sombra y luz proyectada. Un ritual ascético de intensidad devoradora, sanador como pocos hoy día. La confirmación del maño como una de las figuras más necesarias de nuestro pop. (Foto: Òscar Giralt). Marcos Gendre

Lee la crítica aquí

La puesta en escena de “Toda una vida, un día” (2023) mostró la versión más depurada de la ampurdanesa, cantando al ciclo vital fundiendo timbres y cadencias, manejando su voz embrujada y el mosaico de fuentes instrumentales –las suyas (guitarra, teclado y saxo) más las del docto trío integrado por Carlos Montfort, Marta Roma y Bori Albero– y cosiendo la canción de cámara y la latina, jazz y melisma sureño. Concierto que deja una estela trascendente, invitando a encarar la vida como un bucle encantado e infinito. (Foto: Jordi Vidal, Getty Images). Jordi Bianciotto

No importa que en disco suenen más limpios y accesibles, en directo siguen siendo dos bestias pardas que se retroalimentan de la euforia que provocan en un público fan. Las canciones de “Casa Linda” (2023), como “Ferrari” o “23 semanas”, no desentonan con temas ya clásicos como “Abril”, que todo el mundo canta como si le fuera la vida en ello, a no ser que esté peleando en pleno pogo. Como cierre se dan el homenaje de cantar y bailar –liberados de sus instrumentos– el tecno-pop luminoso de “Conmigo”. (Foto: Óscar García). Pepe Nave

Lee la crítica aquí

En la estepa monegrina se erige la Cartuja de las Fuentes. Allí, en el marco del festival SoNna, apareció ante el público Rodrigo Cuevas, a bordo de una furgoneta descubierta, cantando uno de sus temas nuevos, “Bypa”. Entre contoneos de vedette, estética ballroom y twerking, el asturiano le dio después un meneo a su afrodisíaco cóctel de folclor, mákina, aires de verbena y trap con brochazos de humor y agit prop, llevando al paroxismo la dupla que forman tradición y vanguardia en su gira “La romería”. (Foto: SoNna). Luis Lles

Lee la crítica aquí

Ahí donde Rosalía nació (o renació) en 2018 como diva total, Marina Herlop llegó, vio y deslumbró. Futurismo afilado, beats marcianos y una voz como de otro planeta. Pop alienígena y el Sónar como plataforma de lanzamiento para salir propulsada utilizando “Pripyat” (2022) como palanca. Acompañada por Tarta Relena, se asomó al mañana y regresó para contarlo entre castañuelas, hibridaciones casi perfectas entre Björk y Animal Collective y el peinado más asombroso que se haya visto jamás en el Sónar de Día. Concierto único en el sentido más literal del término: nada de lo visto en 2023 se le acercó. (Foto: Sergi Paramès). David Morán

Lee la crítica aquí