Es más que probable que
Caitlin Moran (Brighton, 1975) arrugase el gesto y se enredase en una vistosa coreografía de aspavientos al ver su nombre compartiendo espacio con el título de una canción de Oasis, pero, qué diablos, si existe alguien sobre el planeta Tierra capaz de apreciar la ironía, sin duda es ella. Máxime ahora que la más locuaz, irreverente y eléctrica de las escritoras británicas, la periodista adolescente convertida en columnista de referencia tras salir corriendo de Wolverhampton (y de su, guiño-guiño-codazo, “family full of eccentrics”), ha regresado a aquella “insolación” masiva, aquella borrachera de optimismo simplón que fue el britpop.
En concreto, Moran ha puesto rumbo a aquel otoño de 1994 en que Gran Bretaña estaba
“en pleno enamoramiento colectivo y homoerótico de Oasis”, todo el mundo parecía andar brincando por la calle gritando “¡Parklife!” y la vida cotidiana era un jubileo. ¿O no?
“Tengo dos hijas adolescentes que ahora mismo están obsesionadas con el britpop y no paran de repetir que ojalá hubiesen vivido la época, a lo que yo contesto que de eso nada. En aquellos tiempos las chicas no tenían ningún valor. Hoy, en cambio, se nos respeta”, explica la autora de
“Cómo ser mujer” (2011; Anagrama, 2013).
Las razones por las que Moran destrozaría con un hacha cualquier máquina del tiempo que acabase en manos de sus retoños son, de hecho, las mismas de las que da buena cuenta en
“Cómo ser famosa” (2018; Anagrama, 2020), nueva entrega de las andanzas y tropiezos de Johanna Morrigan, alter ego poco o nada disimulado que la británica presentó en
“Cómo se hace una chica” (2014; Anagrama, 2015).
“Al principio la idea era un libro sobre lo raro y doloroso que puede llegar a ser convertirse en una celebridad, pero el tema cambió cuando me di cuenta de que aquello solo le interesaría a Chris Martin, Adele y Bono. Así que la fama pasó a un segundo plano y la novela se convirtió en un libro sobre el abuso sexual”, relata. Porque, en efecto, a pesar de las risas y de la cascada de referencias, a pesar incluso de las infinitas variables de la fórmula “sexo, drogas y rock’n’roll”, “Cómo ser famosa” es una obra sobre temas tan crudos como el abuso sexual, la pornovenganza y la vergüenza con la que tiene que cargar quien no ha hecho nada para merecerla.
Un libro con el que, en fin, Moran ha querido explicar la historia de todas las Johannas que llegaron a Londres en los noventa con ganas de comerse el mundo y se las tuvieron que ver con una completa alineación de vampiros, viejos depravados y tipos infames de la más variada calaña.
“Mi obsesión es que mis libros sean útiles. No me interesaba tanto contar una historia de acoso como explicar una historia de cómo sobrevivir al acoso”, aclara Moran, para quien “Cómo ser famosa” también tiene algo de “cuento de hadas” sobre los tres tipos de sexo que puede tener una mujer: el pésimo, el hermoso pero con la persona equivocada y, por último, el rematada y definitivamente bueno.