Peter Doherty

Peter Doherty, con tan solo 44 años, ha esperado el momento adecuado para escribir sus memorias. Aunque para cualquier otro sería demasiado pronto, en su caso no lo es. Debe de llevar vividas siete u ocho de las vidas que cualquier otro mortal podría contar. Él lo hace después de que su propia madre, Jacqueline Doherty, y su compañero de grupo Carl Barât editaran sus respectivas versiones de los hechos: los libros “Pete Doherty. My Prodigal Son. A Child In Trouble, A Family Ripped Apart. The Extraordinary Story Of A Mother's Love” (2006) y “Threepenny Memoir. The Lives Of A Libertine” (2010), respectivamente. Con ello parece querer hacer bueno eso de que quien golpea el último lo hace más fuerte. Su texto viene a poner las cosas en su sitio y a contar su verdad, sin aparente resquemor ni revanchismo. Pareciera un chico normal contando sus historias extraordinarias. Y vaya historias.

Atraído por el lado más salvaje de la vida desde sus primeros años, de entre todo lo contenido en la obra parece destacar la idea de que su verdadera motivación siempre fue destacar, no pasar desapercibido. A través de estas páginas, Doherty parece lanzar la idea de querer ser un personaje literario, emular las vidas al límite de sus autores favoritos. Oscar Wilde, Samuel Beckett, James Joyce, John Keats, Jean Genet. Sus obras y sus biografías ejercen una gran influencia en él desde su adolescencia, y marcarán la pauta de autodestrucción en sus años de mayor presencia mediática.

Doherty narra con profusión de detalles no solo su ascenso y caída, sino el porqué del proceso. Perdido en medio de una industria discográfica en la que no encaja, y buscando la diversión a toda costa con el afán de un niño malcriado y caprichoso, llevará a lo más alto a The Libertines, su banda junto a Barât, para boicotearla en mitad de su mayor pico de éxito. Creará después Babyshambles, un proyecto más personal, y terminará iniciando una carrera en solitario como Pete Doherty & The Puta Madres hasta implosionar y retirarse a las sombras, lejos de los focos. Ahora, con The Libertines resucitados y en lo que parece ser un final feliz, dice sentirse alejado de las drogas.

Por el camino, en esta historia aparecen decenas de nombres famosos (por supuesto la que fuera su pareja Kate Moss, Shane MacGowan, Julian Casablancas, The Rolling Stones y muchos otros, algunos de ellos envueltos en situaciones no siempre dignas), anécdotas repletas de yonquis, una cierta atracción hacia lo sórdido y, sobrevolando todo el texto, un tesón inquebrantable por llegar al límite de todo y apurar la vida al máximo. Todo ello contado con un estilo pícaro repleto de humor, autocrítico y reivindicativo de sí mismo al mismo tiempo, sin atisbo de melancolía ni remordimiento. El chico malo del rock británico lo cuenta todo, y lo cuenta endiabladamente bien. ∎