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TOP 2022

2022/ Canciones nacionales

Sintonizando el presente

Sabrosura y angustia generacional, poesía lorquiana y colaboraciones inesperadas, tecno de extrarradio y sonodramas personales, neoflamenco y pop de seda, trap millennial y hip hop de vieja escuela: de todo y para todos entre las 40 mejores canciones made in Spain de la temporada 2022.

40

Sho-Hai con Kase.O y Xhelazz

Nada de nada

La amistad de Sho-Hai y Kase.O se remonta a casi treinta años atrás, cuando Gangsta Squad, Bufank y el propio Kase.O grababan sus primeras colaboraciones plantando las semillas de donde luego nacería Violadores del Verso. Hoy en día su sinergia se mantiene intacta, tal como demuestran en esta canción donde Kase aporta el estribillo y una estrofa final. Una canción dura y oscura producida por Xhelazz, en contraposición a la alegre “Te pone bien”, la otra colaboración que firman en “Polvo”. Alfonso Gil Royo

39

Loquillo

El rey

La estrella del rock, sacando pecho con su chulería y su ética con vistas a la eternidad. Su cómplice Igor Paskual lo retrata en su versión más superlativa, una primera persona con vistas a sus “conciertos imperiales”, con una banda en la que “no hay mercenarios” y frente a unos “seguidores” que “tienen valores”. Loquillo, viniéndose arriba en el tema de apertura de “Diario de una tregua” (2022), en contraste con el que lo cierra, su polo opuesto, el humanista (y afrancesado) “Voluntad de bien”. Jordi Bianciotto

38

Rojuu

100XRE A TU LADO ESTARÉ

En riguroso directo y casi sin salir de su habitación, centro de mando desde el que ultima sus planes de dominación mundial, el barcelonés Roc Jou sigue retransmitiendo el cruce de cables del pop de penúltima generación con “100XRE A TU LADO ESTARÉ, himno-bandera de “KOR KOR LAKE” y atropello de hyperpop servido a velocidad de pitufo makinero. El signo de los tiempos, la velocidad de las cosas y el romanticismo deslavazado de la generación Z, triturados en dos minutos de glorioso barullo digital. David Morán

37

Dellafuente y Rvfv

K alegría

El ídolo más esquivo de la escena urbana sigue lanzando pistas sobre su “nueva etapa”. Estampas de hedonismo low key pueblan el vídeo de “K alegría”, una canción de fin del verano que niega la melancolía con la satisfacción de quien se encuentra a gusto en su piel. Bailable pero “de tranqui”, suena a tarde de shisha y compás en la terraza de la tetería. ¿A qué otra cosa podía sonar su unión con el almeriense Rvfv sino a gitaneo moruno? Alegría de vivir “pa que la gocen, pa que la retocen”. Alberto Lechuga

36

Chico Blanco

tyy

Chico Blanco, componente del festivo colectivo Mareo, habla de fiesta, drogas, sexo y amores que se atascan con una ternura inusual, sobre todo para los hits ultrabailables que produce. “tyy” es un buen ejemplo: sobre una base house que crece a golpe de breaks y de un prominente bajo funk, canta y rapea como si acariciase, reivindicando superar las penas amorosas y el deseo no consumado como una parte de la chavalada lo lleva haciendo varias décadas, sudándolo en la pista de baile con el estado de conciencia alterado. Tamara G. Cascales

35

Centauros y Algora

Sauna infierno

El gran éxito de “Sauna infierno” radica en –a base de pop electrónico pegadizo y oscuro– despojar simultáneamente de sordidez y de hedonismo barato una historia que podía caer en tópicos con mucha facilidad. El buen tiento compositivo de Dani Balaguer con Centauros lleva dando frutos excepcionales año tras año. Y este anticipo de un futuro LP pone en la voz de Algora un himno incómodo, que nos enfrenta sutilmente con alguna de nuestras miserias más íntimas. Excepcional. Santi Fernández

34

Hoke · Louis Amoeba

Ojo de halcón

Es posible que para algunos “Ojo de halcón” no sea lo mejor del álbum, pero condensa lo que Hoke y Louis Amoeba ofrecen en “BBO”, y eso es mucho. A medio camino entre la intro y el single, Hoke deja aquí todo lo que le hace único: referencias a grafiti y temática olímpica, epíforas y aliteraciones, juegos de palabras sublimes –en algunas ocasiones no tanto, pero de eso va también un disco de debut–. El ritmo firmado por Amoeba oscila entre el minimalismo electrónico y momentos de maximalismo, hasta alcanzar la genialidad. Al Sobrino

33

Cupido

Santa

El grupo formado por Pimp Flaco y Solo Astra –Luichi Boy, Toni D, Al y Dannel– ha tirado definitivamente hacia las guitarras en “Sobredosis de amor”. “Santa” es una historia de amor a primera vista. Y de desamor, el hilo temático sobre el que transcurre el disco. Pimp Flaco canta a su flechazo con una fina envoltura pop hasta la irrupción de las poderosas guitarras –muy noventeras, en idas y venidas– y que tanta presencia tienen en el resto del álbum: “Almohada”, “Walla Pop”, “Un cabrón con suerte”. Cesc Guimerà

32

dani

Ceras rosas

“Ceras rosas” es una paradoja. Todo su andamiaje es tecno-pop irisado de acento aniñado. Un pequeño tipi multicolor hedonista y de blanda languidez. En la otra mano, dani se guarda el as de una letra entre lo envenenado y lo terapéutico, donde el centro de gravedad es la soledad y la voluntad de estar así. La vieja lección magistral del pop: líricamente triste y miserable en envoltorio de celofán. El olfato melódico infalible acompaña a un diagnóstico universal en la sociedad de las no-cosas y las pantallas. Solitude reigns. Ramón Ayala

31

Cariño

llorando en la acera

Cariño ha pasado de llorar en la limo a hacerlo en la acera con esta gominola de espíritu C-86 a lo Talulah Gosh. Resulta complicado encontrar hoy en día demostraciones tan sabrosas, de apenas dos minutos, en las que el estribillo vuelve a ser un cepo de atracción definida por una premisa casi olvidada en las lindes del twee pop: despejar la equis que proporciona el pellizco de la emoción sin filtros, y más con esta arma almidonada de resentimiento, con pulsión punk acaramelada. Marcos Gendre

30

Carolina Durante

Tu nuevo grupo favorito

Nadie conoce el secreto del éxito, pero está la sospecha fundada de que hacer buenas canciones tiene algo que ver en ello. Por eso a Carolina Durante le va tan bien. En las letras del cuarteto madrileño advertimos altas dosis de cinismo y una cierta voluntad de retratar su tiempo. Ambas condiciones se dan en “Tu nuevo grupo favorito”, reflexión sobre los hype musicales con visos de autoparodia. Haciendo gala de su pegada habitual, cumple con el cometido de recordar a propios y extraños que ellos estaban aquí para pasarlo bien. Edu Fernández

29

Albany con Rojuu y Clutchill

Chobits

Aquí está condensada, en menos de tres minutos, la emoción de toda una generación que se mueve entre las nuevas tecnologías caseras, el imaginario robótico y esa sensación de pérdida ligada a la juventud pero universal. La chobit Albany escala un peldaño musical diciendo que ya juega en otra liga y, tras el vocoder redondo, Clutchill y Rojuu como personajes de anime le responden, consecutivamente, que no pueden dejar de pensar en ella. Un triángulo “xXx” –ese es el título del álbum– que sublima esa irrealidad. Vicenç Batalla

28

Miqui Puig

La Casa Italia

El excantante de Los Sencillos conjura los malos espíritus mundanos (y pandémicos) danzando camino de esa “Casa Italia” en la que “nada malo nos puede pasar”. Apología de la fiesta como refugio existencial,“catacumbas” en las que fortificarse ante la hostilidad global, lanzando guiños al italo disco ochentero y al espíritu lúdico de la movida (cita a “En cualquier fiesta”, de La Mode). Bajo la batuta de Miqui Puig, todos suspiramos por ir a ese lugar en el que “todas las canciones serán de amor”. Jordi Bianciotto

27

Marinita Precaria

Al campo

Los delicados acordes hacen que la voz de Marinita Precaria conduzca una narrativa múltiple. La cantante estimula deseos, libertad y el coraje necesario para abrirse a cambios vitales. Al acercarse a los sonidos contemporáneos, con la electrónica como gran aliada, empieza a comunicarse con los jóvenes. Poco a poco abandona la soledad para posicionarse frente a sus verdaderos principios. Mientras avanza, “Al campo” adquiere una estética inquietante, la de un lugar donde nuestros oídos pueden volver a ser una simple y agradable vía para soñar. Guilherme Araujo

26

Mishima

Un lloc que no recordi

La canción más corta e inmediata de “L’aigua clara”, noveno álbum de Mishima. La banda de David Carabén se lanza al romanticismo desesperado de aquel viejo indie pop escuela The Smiths, con guitarras cristalinas y épicas notas finales de piano buscando el lugar común existencial de la escapada. Llegados aquí / sabiendo que tenemos que marchar / Si pudiera huir / ¿sabes adónde querría ir? / Debería estar tan lejos / que mi memoria / no pudiera seguirme / Debería estar tan lejos / como un lugar que no recuerde”. David Saavedra

25

Santiago Latorre

Recognize

“Architecture Of Friendship” ha sido un proyecto colectivo donde destacan dos presencias: el anfitrión Santiago Latorre y Colin Self. Ayudados por Lucy, un fascinante “sistema de procesado de la voz a través del movimiento”, han colaborado en la creación de “Recognize”. Una pieza de damasquinado futurista, intuitivo y sensual que se desliza por tus oídos como el agua cristalina entre los dedos. Pocas veces la abstracción de la música y la tangibilidad del cuerpo se han reconocido con tanta lucidez. José Manuel Caturla

24

Chaqueta de Chándal

Queremos ir a misa

Contundente ritmo anclado en golpes de guitarra afilada y voz desasosegada: pieza heredera del post-punk escuela Wire, con irreverentes letras propias del inconformismo de esa época. Sátira sobre la secularización del mundo que casi parece sacada de la transición, con referencias sardónicas a los viejos tiempos del nacionalcatolicismo y condena del deplorable estado actual de la fe (ese “Papa medio masón”). Lírica inteligente, estribillo adictivo y excelente gestión de capas instrumentales: más que a misa, querríamos ir a un bolo del grupo barcelonés. Xavier Gaillard

23

Antònia Font

Una daixona de pols

La despedida en 2012 de Antònia Font dejó un poso amargo: su “Vostè és aquí” no fue comprendido. Afortunadamente, su inesperado ¿regreso? ha sido un vivificante soplo de aire fresco, algo así como un “decíamos ayer”… Y “Una daixona de pols”, segundo single de “Un minut estrobostòpica”, es delicada joya de orfebrería pop que busca lo que Joan Miquel Oliver ha buscado siempre: emocionar. Aquí lo hace con una canción sobre una mota de polvo: algo insignificante que, paradójicamente, lo significa todo. Jesús Rodríguez Lenin

22

Putochinomaricón

Tamagotchi

Inspirada, según el propio Chenta Tsai, en PSY, “Tamagotchi” es una desquiciante reflexión sobre la naturaleza de nuestra corporalidad en línea y sobre la vigilancia digital, sobre cómo renunciamos voluntariamente a los datos que le dan entidad a nuestros avatares, en forma de digicore duro y de la mano de GFOTY. Hyperpop makinero entre monedas del Super Mario y bloques de Tetris para marcar uno de los momentos más enfermizamente disfrutables de “JÁJÁ ÉQÚÍSDÉ (Distopía aburrida)”, el último disco de Putochinomaricón. Diego Rubio

21

Kokoshca y Erik Urano

Futuro

“Destruiremos los sistemas / porque no hay futuro”. Como buen proyecto de himno generacional, “Futuro” enfervoriza, conecta e invita a corear su estribillo a partes iguales. En manos de los navarros Kokoshca, la puesta al día española y moderna del no future que los Sex Pistols convirtieron en mantra del punk solo podía jugar a los contrastes: envoltorio bonito, mensajes terribles, algo de romance clásico y, de remate, Erik Urano clavando unas barras bien afiladas. Dios salve a la reina y a Sonido Muchacho. Alex Serrano

20

El Último Vecino

Mundo mágico

Con una de esas letras tan inimitables de Gerard Alegre, tan crípticas como dadas al exhibicionismo emocional, “Mundo mágico” se obceca en un amor que se ahoga lentamente, como un ladrón que entra en la misma casa durante años para llevarse tan solo una cosa cada noche hasta dejarla completamente vacía. Cuando todo acaba, no queda más que un ritmo prefabricado y esas guitarras calcadas de sus santos de devocionario: El Último Vecino son algo tan maravilloso como esas legiones de fans mexicanos de los Smiths. Juan Monge

19

Amaia & Aitana

La canción que no quiero cantarte

Parece que Amaia sigue un camino de introspección, pero aquí habla claro. Lo hace junto a Aitana para que retumbe más fuerte. Ambas, como estandartes de sus ediciones de ‘Operación Triunfo’ y con rutas diferentes en forma, pero no en fondo: creando himnos en lo suyo. “¿Quieres ser mi amigo?, cómeme el higo” suena tan aliviante como ofensivo debería ser para el destinatario. A través de un ritmo glam de Alizzz con teclado adictivo, descarga su ira contra un papanatas que aún cree que puede tender algún puente. No en esta era de Amaia. Jordi Isern

18

Parade

Anteayer

Me imagino a Ben Watt escuchando “Anteayer” mientras camina por la playa, mirando el vaivén de las olas y sonriendo. Esta delicada versión de “Before Today” (1996), de sus admirados Everything But The Girl, fue el primer adelanto del undécimo álbum de Parade, “Mares poco profundos”. Antonio Galvañ nos vuelve a introducir en su personal y fantástico mundo, esta vez a ritmo de bossa nova y pop, evocando aquellos sonidos de mediados de los 90, la melancolía y la dulzura. Una delicia. Pilar Morales

17

Queralt Lahoz

Blade

La materia prima fueron testimonios de mujeres creadoras con los que Queralt Lahoz ha buceado en la lucha interna femenina a la hora de componer. El título evoca la película de un superhéroe mitad humano, mitad vampiro que quiere acabar con la raza dominante. La catalana en uno de los temas más oscuros de su breve y excelsa discografía, combinando raíces urbanas patrias con beat africano contemporáneo, lo angelical con lo mefistofélico y la chulería con la vulnerabilidad. Una exposición de los conflictos internos de la que sale indemne. Carlos Marlasca

16

Omar Montes + C. Tangana

Una y mil veces

“Una y mil veces” es la segunda colaboración (nada sorpresiva) de este dúo: una rumba casi prototípica cuya introducción bien podría aparecer en la banda sonora de “El Vaquilla”. Con matices de música suburbana, Omar Montes y C. Tangana vuelven a incidir en la corriente nostálgica de la que se nutre el neofolclore. Sin embargo, a diferencia de las producciones de los 80 y del movimiento independiente del que emerge dicha corriente estética, esta nueva producción sería impensable (e imposible) para el resto. Marta España

15

Alizzz

Qué pasa nen

Febrero 2005, Edu Soto da vida a Neng de Castefa, evidenciando que la tribu bakala inspira a canis y chonis venideros. Junio 2016, Cristian Quirante produce a C. Tangana con Rosalía. Noviembre 2021, Alizzz debuta con su proyecto pop. Septiembre 2022, el también cantautor –por primera vez en catalán– reivindica sus orígenes, logros y la cultura barrial ante la burguesía intelectual. Reparte zascas, cita a compadres charnegos y se compara con algunos embajadores de Cataluña no catalanistas. Efectivamente, tenía que haber algo más. Miguel Tébar A.

14

La Casa Azul

No hay futuro

Guille Milkyway perfecciona un poquito más su versión del barroquismo pop en el que las referencias colisionan a la velocidad del átomo para dejarte sin aliento. Sus propias producciones para Fangoria, el rock robótico de Daft Punk, el pop housero masivo con alma guilty pleasure de temazos como la versión de “Tragedy” (Steps)… Y, por encima de todo, La Casa Azul al 1000% para demostrar que el mejor remedio contra el pesimismo vital es la bola de energía que acelera y acelera y acelera pero nunca estalla. Raül de Tena

13

Yawners

Rivers Cuomo

Los ciclos de la vida: Rivers Cuomo le dedicó una de sus mejores canciones a Buddy Holly hace 28 años y ahora Elena Nieto, Yawners, le dedica una de sus mejores canciones a Rivers Cuomo. La impenitente parroquia de Weezer es tan insondable como el misterio de la banda angelina, certera de inicio y luego extraviada. Nieto también es hija de los 90, aquí evocados en un dechado de melancolía y potencia, sensibilidad y pegada. “Rivers Cuomo, dime de dónde proviene todo”: la fuente de la eterna energía juvenil cifrada en un estribillo radiante. Carlos Pérez de Ziriza

12

La Bien Querida y Santiago Motorizado

La cruz de Santiago

La Bien Querida anticipó apertura de miras con “La cruz de Santiago”, segundo adelanto de su nuevo álbum, “Paprika”. Un viraje estilístico consumado con este tema que prefija esa inclinación por los sonidos latinos. Y su materialización se concreta mediante la simbiosis con Santiago Motorizado, cantante de Él Mató A Un Policía Motorizado, con quien comparte un cálido dueto vocal sobre colchón de bachata dominicana y bolero sin perder esas señas identitarias que la elevan como referencia del indie pop patrio. Marc Muñoz

11

Lidia Damunt

Olvídate de mí

“Olvídate de mí” pertenece al eléctrico “EX”, séptimo álbum en solitario de Lidia Damunt y segundo para el sello barcelonés La Castanya. La murciana maneja los resortes del pop de guitarras con maestría contrastada y ese punto demente “Manga grrrl” con puente aéreo en Suecia. Ecos vocales de Patti Smith, de la frescura de Sleater-Kinney, del power pop del primer Elvis Costello y de algo oriental nuevaolero que casi retrotrae a Las Chinas se perciben en este pellizco de liberación emocional sin acritud tan Damunt. José Manuel Caturla

10

Perrate

Boa Doña, chacona de negros y gitanos

Un coro de voces –en realidad la de Perrate, multiplicada– que poco a poco se acerca al oyente, intimidándolo, sirve de introducción a esta pieza, la que mejor resume el concepto de “Tres golpes”. Lo que viene después es una chacona, danza del siglo XVII que el de Utrera hace flamenca al tiempo que la emparenta con los lamentos cantados por esclavos africanos. Si hay alguien que puede salir airoso del experimento es él, flamenco de pura cepa, con la ayuda de Raül Refree, acertado al crear la atmósfera correcta. Miguel Ángel Bargueño

09

Kaydy Cain y La Zowi

Ping pong

Todos conocemos la fórmula lúbrica de La Zowi y el perreo panamericano de Kaydy Cain, pero el ingrediente secreto de este cóctel posveraniego seguramente sea Kabasaki. Independizado por primera vez de Beauty Brain, ha ofrecido un disco sólido de neoperreo y dembow y ha contribuido al 2022 de Quevedo o Israel B, además de convertirse en el DJ de Cain. “Ping pong” es el epílogo de su “Temperatura” (2022) y también la confirmación de su idilio con el dembow seco y sexual. Un morreo con el “Linda” de Rosalía y Tokischa. Diego Rubio

08

Nacho Vegas

Ramón In

Sexo (oral), drogas (duras) y folk (noir). Es la munición en modo descriptivo que utiliza Nacho Vegas para esta letanía de confesiones volcadas y desembocadas en una especie de oda o copla a la muerte de un amigo travesti. El acompañamiento es mínimo hasta los coros y estallidos finales, que le dan ese aire de delicada despedida y dedicada marcha fúnebre. Solo el astur, en sus mejores momentos de inspiración, es capaz de articular algo así. De rimar elegías con tanta ternura como crudeza. Javier Corral “Jerry”

07

Quevedo & Bizarrap

“Quevedo: Bzrp Music Sessions, Vol. 52”

En toda canción suele haber una parte que, por lo que sea, es la que más gusta. En esta es imposible elegir, porque todas rozan la perfección: el presubidón de y nos fuimo’ en una, empezamo’ a la una”, la magia de las cantaditas de los 90 de “quédate que las noches sin ti duelen, el rap de “dime beba, fecha y hora, y te paso a buscar”… Todo encaja en este monumento veraniego, número uno en Spotify Global, con el que el canario Quevedo y el productor argentino Bizarrap alcanzan el Óptimo de Pareto musical. ¡LPGC, you know! Luis Lles

06

Soleá Morente con La Casa Azul

Vamos a olvidar

A finales de 2021, el programa de televisión ‘Cachitos de hierro y cromo’ dedicó un especial a Raffaella Carrà en el que Soleá Morente interpretó “No pensar en ti” con producción de La Casa Azul. Ahora los dos vuelven a unirse en esta “Vamos a olvidar” que ya es un clásico instantáneo. Un medio tiempo atemporal repleto de detalles. Una delicatesen. Una rumba triste y rara con estribillo aupado por Las Negris, capaz de arrancar una lagrimita al corazón más guerrero. ¡Una maravilla! JuanP Holguera

05

Joe Crepúsculo

Carreteras de pasión

El pórtico de entrada al nuevo disco de Joe Crepúsculo, “Trovador tecno”, encapsula todo su ethos y lo ve regresar a la electrónica de baile popular que le sirvió de educación sentimental en los años noventa. Hija de este momento al borde del precipicio que vivimos, “Carreteras de pasión” es techno hiperacelerado con generosas dosis de 303 y vocoder, que pisa el acelerador a 220 km/h y se beneficia de la metáfora de la movilidad interurbana para contar un romance en clave de thriller psicológico. Danos gasolina, Joël. Álvaro García Montoliu

04

Rocío Márquez y Bronquio

De mí

¿Quién es capaz en este país de embrujar a partir de un catálogo compuesto de bulerías, rumbas, tangos, verdiales? La cantaora de Huelva es una respuesta correcta. Rocío Márquez cambia dinámicas sin perder esencias, envuelta en texturas electrónicas de manos de Santiago Gonzalo, Bronquio, para inducir claves urbanas como el recitado de 41V1L. Eternos versos de íntimo conflicto entre deseo y realidad. Está espléndida de voz, temple y sentimiento en esta post-rumba atemporal. “Tercer cielo” es un álbum magnífico y “De mí”, una perla genuina. Miquel Queralt

03

Los Planetas

El manantial

En una época de inestabilidad pospandémica, en la que el mínimo vaivén cambia la forma del agua, de las cosas, Los Planetas nos sugieren que es en las raíces donde podemos hallar consuelo. En la poesía y la naturaleza: cultura para aliviar el caos planetario. Un regreso al origen, que no al pasado, pues en “El manantial” el poema homónimo de Federico García Lorca musicado por los granadinos respira vigencia en cada poro, haciendo al poeta, una vez más, de mensajero atemporal.

No hay grandes innovaciones aquí, cierto. Tampoco son necesarias. Es justamente su transparencia, el verismo de la música grabada a tiempo real, el dejar que sean los versos de Lorca reavivados por J los que hablen –acompañados tan solo por guitarras y el piano de David Montañés (punto de distinción respecto a la obra del grupo) en un atmosférico caudal que se va desbordando– lo que hace que sea esta de entre todas “Las canciones del agua” la que termine permeando. Va a la esencia. “Sale natural, agua del manantial”, como decía otro granadino ilustre. A contracorriente de la actual supremacía de lo breve, doce minutos y veintitrés segundos de pura música para empantanar, ni que sea un poco, los artificiales algoritmos de estos tiempos líquidos. Anton Casas

02

Biznaga

Domingo especialmente triste

El cuarteto madrileño apura el estertor de otra semana inane en la gran ciudad, atravesando un desolador paisaje dominado por plagas sempiternas, pocas horas antes de regresar a rutinas de sobra conocidas por la inmensa mayoría: notificaciones del Servicio Estatal de Empleo, el insatisfactorio de nueve a cinco que colma de vacío nuestros bolsillos hasta que estos ya no pueden más, la alarma del ascensor social sonando en vano desde el entresuelo, el enésimo “joder, no sé” como toda respuesta.

De espíritu punk rock, los tres minutos y doce segundos de “Domingo especialmente triste” están conducidos por una melodía en penumbra que podría haber firmado The Cure y bendecidos por el fino contrapunto de las cuerdas vocales de Isa Cea –la lideresa de Triángulo de Amor Bizarro asume una tarea que el cantante Álvaro García prefirió declinar– a la altura de ese esquemático estribillo de aliento dream pop. Además, ratifican a Biznaga –entre variopintas citas pop marca de la casa: en esta ocasión el salto de línea nos lleva de David Lynch a Eskorbuto– como extraordinarios cronistas de una generación hermanada con el conflicto, ungida con el pegajoso aceite de la náusea y unida por el espanto. César Luquero

01

Rosalía

Saoko

Según se explica, Rosalía solo llegó a la (casi) puerta de entrada al mundo “Motomami” (2022) al final de su viaje de redescubrimiento creativo. Fue la última canción que hizo para el disco, aquella en la que invirtió todo lo buscado y encontrado a nivel de sonido o espíritu: una culminación final de las inquietas fricciones en que se basa una tercera etapa con mucho de verdadero comienzo.

Su nueva política de pocos elementos bien dispuestos, o mejor, pocos elementos dispuestos de forma que choquen de la mejor manera, alcanza aquí su expresión más brillante. Con ingredientes o tensiones así ni siquiera hace falta tener un estribillo para lograr el single ideal. Cada pequeña parte intriga, engancha, enlaza de forma mágica con la siguiente… Cuando te quieres dar cuenta, ¡bum!, la canción ha terminado. Y casi todo lo demás de la radio suena de golpe a tiempos superados.

“Saoko” es en gran parte, ya lo indica el título, un homenaje a “Saoco”, colaboración de Wisin con Daddy Yankee de 2004. La corista de aquel clásico reguetonero ya gritaba “¡saoco, papi, saoco!”, además de autodefinirse como “tu bizcochito”: es decir, la interpolación se extiende a otro número de “Motomami”. Pero aquí hay también un homenaje al jazz, cuyos más sesudos puristas jamás harían el esfuerzo de entender a Wisin. Rosalía tiende puentes entre músicas a priori lejanas, a veces buscando armonizarlas y otras alternándolas con descaro: la batería jazz puede unirse al ritmo reguetón al principio, pero a mitad de tema ese interludio improvisatorio es más guerra que paz. Enturbiando todo el trayecto con furia electrónica, un piano distorsionado a placer, hasta parecer un bajo grueso, o unos chops vocales que alcanzan lo entrecortadamente orgásmico en la recta final.

Pero ¿qué significa eso de “saoco”? Vamos a despreciar cierta definición del diccionario de americanismos –“de mala calidad”– y a quedarnos con las fuentes que hablan de una palabra de origen africano con significados más positivos, como “sabor”, “ritmo”, “música” o “sabrosura”. Toda la canción trata de eso, de una energía, una actitud, un“sentirte que eres la hostia”, como dijo Rosalía en su vídeo para ‘Genius’. Dicho de otro modo, sentirte con libertad para hacer lo que te dé la gana, transformarte a placer, como en todas esas imágenes –agua y cubito, noche y día, Sex Sirens de la comunidad ballroom– enumeradas por Rosalía con flow desafiante. “Saoko” es en última instancia una respuesta a esa costumbre tan española que consiste en meter a la gente en cajones pequeños y no dejarles abrir las alas. Juan Manuel Freire

Playlist / TOP 2022: canciones nacionales

Fueron las mejores...

1986 Mecano Cruz de navajas / 1987 Loquillo y Los Trogloditas La mataré / 1988 Los Ronaldos Adiós papá / 1989 Alaska & Dinarama Mi novio es un zombi / 1990 Radio Futura Veneno en la piel / 1991 Fangoria En mi prisión / 1992 Los Sencillos Bonito es / 1993 Los Planetas Mi hermana pequeña / 1994 Surfin’ Bichos El final de una quimera / 1995 Albert Pla El lado más bestia de la vida / 1996 Nosoträsh Voy a aterrizar / 1997 Carlos Berlanga 120 años sin ti / 1998 Los Planetas La playa / 1999 Fangoria Electricistas / 2000 Los Planetas Un buen día / 2001 La Buena Vida Qué nos va a pasar / 2002 Nacho Vegas En La Sed Mortal / 2003 Mala Rodríguez La niña / 2004 Astrud Hay un hombre en España / 2005 Nacho Vegas El hombre que casi conoció a Michi Panero / 2006 Single Pío Pío / 2007 Mala Rodríguez Nanai / 2008 Christina Rosenvinge Eclipse / 2009 Single Mr. Shoji / 2010 El Guincho Bombay / 2011 Nacho Vegas La gran broma final / 2012 Grupo de Expertos Solynieve La nueva reconquista de Graná / 2013 Joe Crepúsculo Fábrica de baile / 2014 Single Me enamoré / 2015 Joe Crepúsculo A fuego / 2016 Manel Sabotatge / 2017 Los Planetas Islamabad / 2018 Rosalía Malamente (Cap. I Augurio) / 2019 Manel Per la bona gent / 2020 C. Tangana Demasiadas mujeres / Tú me dejaste de querer / 2021 Zahara MERICHANE ∎

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