Aquí tenemos diez improvisaciones de ruido que algunos catalogarán como industrial y otros, por contar con saxo en varios de estos cortes, verán a bien incluir en la sección de free jazz, que algo de eso también hay. Lo que parece obvio es que la intención del trío catalán es claramente más conceptual, basándose en la intuición, que una búsqueda de la musicalidad. ¿Tiene que ver con la música contemporánea? Podría ser. ¿Es atonal? Absolutamente. Lo seguro es que este no es un artefacto apto para todos los públicos.
“Landfillandfillandfill” bien podría haber formado parte de SYR, el sello discográfico donde Sonic Youth editaron sus discos más experimentales. Si el “Goodbye 20thCentury” (1999) de los neoyorquinos (aquel álbum en el que versionaban y homenajeaban a artistas como Yoko Ono, Pauline Oliveros, Steve Reich o Cornelius Cardew) apareció en SYR, no veo por qué este disco no podría haberlo hecho igualmente. Ambas obras comparten el mismo espíritu.
¿Es este un buen álbum? Cualquier oyente que no esté habituado a la música de corte más experimental, o que simplemente todavía no conozca a cualquiera de los artistas a los que ya he mencionado, lo odiará. Es más, no creo que tolere su escucha más de veinte segundos. Porque lo que han creado Joan Torné (pedal de muelles y sintetizador), Edu Pons (saxofón alto y solano) y Ernest Pipó (guitarra y sintetizador) no atiende al concepto de canción más que en la duración de cada improvisación, aunque podrían haberse alargado tanto como los ejecutantes hubieran querido. Pero es un buen disco en su liga y en sus propios términos porque cumple su función, que no es otra que la de explorar nuevas vías de expresión sonoras en los márgenes de la musicalidad.
Si eres capaz de seguir el hilo invisible que une a Arnold Schönberg con John Cage, a este con The Velvet Underground, después con Sonic Youth, a los reyes del noise rock con Nirvana y a estos luego, por ejemplo, con Royal Blood, entenderás el curioso proceso por el que lo más radicalmente vanguardista acaba transformándose en una influencia para lo masivo y, por tanto, son engullidos y/o asimilados por el sistema. Digo esto porque obras como esta de
Hulm, más allá de su alcance inmediato, son la punta de lanza que, sin saberlo o sin quererlo, terminan moviendo hacia delante la intrincada rueda de la historia de la música. ∎