Menta

El cuarteto madrileño prolonga y refuerza el argumentario plasmado en su álbum “Un momento extraño” (2022) y en sus otros dos EPs. Produce Isidro Acedo (graba Diego Escriche de La Plata y masteriza Álex Ferrer), un profesional más ligado a otros proyectos con menos peso de las guitarras (ANTIFAN, Los Manises, Agorazein), pero las propiedades se preservan. A la cabeza de esta nueva tanda de tres canciones se coloca la prodigiosa “Era verano”: juro que me acuerdo de Wednesday unos segundos antes de que me los mente la nota de prensa, pero es que ese crujiente crepitar de guitarras a lo Dinosaur Jr. y –sobre todo– un estribillo que es pura gloria bendita merecen que sus casi 50.000 escuchas se multipliquen al menos por cinco. Es una de las canciones más arrebatadoras que he escuchado en semanas dentro de nuestras fronteras, y en ella prevalece el poderío expresivo de su vocalista, Cristina Mejías, “Meji”, al servicio de una historia de fractura sentimental. En un mundo perfecto, sería un hit. Y corona un tridente estilístico que en este EP tiene otros dos notables vértices, aunque no arañen esa excelencia.

Por un lado, “Siempre”, con sus ráfagas de electricidad y un deje a Los Planetas, que me resulta chocante –y cuya escucha agradezco– justo cuando tengo que leer comentarios que dicen que los de Granada son, por concepto, una banda “antigua y pasada de moda”. Vaya, no deben pensar lo mismo los cientos de grupos que les han fusilado en las últimas tres décadas y quienes aún hoy en día toman buena nota de sus enseñanzas y las reformulan tan bien desde la veintena, como Menta, en pleno 2024. Si eso es estar pasado de moda, yo me apunto a la obsolescencia. Y por otro lado, “Tekken”, que se inclina más hacia el post-punk, por la línea de bajo y por su melodía, cifrando también esa desazón que tiene tanto de personal como de colectiva, de generacional como de íntima. Nunca he visto a Menta en directo, y este EP me genera unas horribles ganas. ∎