Tanto el proyecto de Bad Gyal como el de Trueno nacieron con un sambenito colgado que poco a poco se están quitando. En origen, además, ambos cargaban sobre sus hombros la misma losa: el trap. A la primera, el término ni le va ni le viene, pero siempre ha dejado claro que lo suyo era el dancehall y punto. Al segundo, las letras de aquel le suelen resultar demasiado explícitas y lo que le gusta es el hip hop puro de los noventa. Ahora, todo ese debate parece haber sido solventado bajo el paraguas de lo urbano, pero de vez en cuando vuelve a reavivarse. En cualquier caso, y pese a sus diferencias, Trueno y Bad Gyal han encontrado un espectro sonoro en el que ambos se sienten lo suficientemente a gusto como para colaborar.
“Angelito” es un tema de dancehall ultracanónico. Podría haberlo escrito Sean Paul, pero más para “Dutty Rock” (2002) que para “Stage One” (2000), debido a ese carácter de la canción en la que los sonidos tradicionales se recortan hasta que encajan en la plantilla del pop. Nace con un sonido demasiado 2020s como para estar firmada por Beenie Man o Shabba Ranks, pero fundamentada en los padres del género lo suficiente como para que el argentino se sienta cómodo moviéndose en este marco de inspiración noventera. Trueno parece haber consensuado previamente, además, que el carácter pasional y veraniego del tema se presente avainillado. No hay un “toto”, un “culo” o un “pussy” tan característicos en las barras de la catalana, aunque últimamente esta ha ido comentando que se encuentra un poco más relajada en esa lírica que a veces roza el meme: este era el momento preciso para que colaborasen.
Así, el featuring parece funcionar a modo de trueque, porque a cambio de ese marco lingüístico en el que el rapero se siente cómodo, regala unos versos en catalán: “té algo diferent, té algo especial”, canta en la segunda parte del estribillo, y pese al parecido de la frase con la forma en la que se diría su lengua materna, le ha puesto más empeño en la fonética de lo que por escrito puede parecer. También canta que Bad Gyal “quiere un real love gangsta”, citándose a sí mismo y a una de las canciones que mejor le han funcionado, “Real Gangsta’ Love”.
“Angelito” está acompañado por un videoclip rodado en Miami y dirigido por Yavez Anthonio: piel morena sobre arena, porros y pasiones. Sin embargo, y bajo lo hedonista del ritmo jamaicano y la utopía veraniega, Bad Gyal se presenta como si estuviera en un capítulo más serio de su carrera. Parece el comienzo de una nueva era para la catalana en la que va a buscar el reconocimiento (que ya tiene) desde una perspectiva diferente, quizá tan solo más tradicional. ∎