Javiera Mena

Hace un par de meses, Javiera Mena publicó “Volver a llorar”, primer adelanto del que será su sexto álbum en estudio, cuyo título y fecha de publicación aún no han trascendido. Desde ayer, podemos disfrutar también del nuevo avance del mismo, “Entropía”, en el que la cantautora chilena propone un envoltorio sónico diferente al de su predecesor, aunque conectado con aquel por el hilo de una lírica reflexiva que cuestiona algunas de las derivas –sentimentales o existenciales, cada cual con la suya– que el implacable día a día parece imponernos y que a veces asumimos sin más, presos de una extraña inercia. En este caso, Mena transita desde la mera introspección desiderativa –ojalá apearse de la vorágine cotidiana y poder pisar el freno– hacia la explícita invitación a una disidencia activa: mejor dejarse llevar por el desorden del universo que habitamos.

Compuesta a medias por Mena y el productor Pablo Stipicic, guía espiritual del pop chileno contemporáneo con el que la santiaguina ya trabajó en “Nocturna” (2022), “Entropía” es una pieza de pop con cariz electrónico marca de la casa que, pese a someterse a la duración estándar del formato, experimenta a lo largo de sus tres minutos y diez segundos varias mutaciones –la mayoría sutiles, aunque el cambio de compás postrero en dirección a la pista de baile casi parece una coda– que la colorean para dejarla bien pintona.