Valerie June

Este lunes nos pilla con los pies en la tierra y la cabeza en las nubes, y algo de culpa tiene Valerie June. Después del universo onírico de “Owls, Omens, And Oracles” (2025), la artista reaparece con una canción que rezuma ofrenda, epílogo y renacimiento. “Runnin’ And Searchin’” es un regalo post-disco, inesperado y luminoso, para todos sus seguidores, que se asienta en la conciencia de la pérdida como principio y la convierte en un gesto de renovación: “Every loss, it is a doorway / To the path that lies before me”, declama el verso central.

Como explica June: “Todos somos oráculos que escribimos el futuro con cada decisión que tomamos a lo largo del día. ‘Runnin’ And Searchin’’ nos anima a usar nuestros tropiezos como una puerta de entrada mientras avanzamos, paso a paso, por ese camino incierto y desconocido que nos espera en cada nueva mañana que se nos concede”. La intérprete modula su voz como si tuviera polvo de oro en la garganta y raíces en los pies. De hecho, en este tema, suena más terrenal que nunca, pero sin perder su magnetismo cósmico. Sabe deslizarse entre lo frágil y lo imponente, y es justo al final de la canción donde condensa esa sensación de renacimiento personal y artístico: “As that light inner light awakens / Seekin’, holdin’, givin’, takin’ / As that light inner light awakens”. Parece como si abriera paso a una epifanía con algo de conjuro.

La producción, firmada de nuevo por M. Ward, es una joya de contención. Ward vuelve a hincarle el diente a otra gran canción de la artista, el milagro de Tennessee que no se parece a nadie. No hay duda de que su estilo sigue contribuyendo de forma decisiva a su sonido. Su eléctrica aporta una pátina de soul oxidado, con un pulso eléctrico que fluye constante, suave y serpenteante junto a los teclados de Nate Walcott, y que se eleva junto a la viola de Treya Lam y el chelo de Sharon Cha. Juntos mantienen la canción en ese híbrido de folk, soul y psicodelia que define a June. Lo que empezó siendo un mantra, “Runnin’, searchin’, fallin’, findin’”, termina convertido en una especie de danza interior donde el cuerpo, el alma y la tierra se sincronizan.

El vídeo acompaña ese espíritu de comunión. Está rodado en blanco y negro por Dr. Ietef Vita, conocido mundialmente como DJ Cavem, activista medioambiental y chef vegano. Este se desarrolla entre la frondosidad del campo, con June vestida de gasas y tul, en un punto intermedio entre la novia mística y la sacerdotisa pagana. La cámara la sigue mientras se mueve, lenta y decidida, entre la vegetación. Hay ecos de Florence Welch en los gestos y de Maya Deren en la puesta en escena, esa mezcla de trance, belleza y leve inquietud que convierte la naturaleza en espejo del alma.

“Runnin’ And Searchin’” corrobora que estamos ante una de las voces más singulares del folk-soul contemporáneo. Capaz de sonar antigua y futurista a la vez, vulnerable y luminosa, mística pero sin dejar de ser callejera. La electricidad de M. Ward la conecta con la tierra, y su voz la empuja hacia el cielo. Perfecta para un lunes: un recordatorio en movimiento de que seguir buscando, aunque sea a oscuras, también es una forma de llegar. Si la semana empieza con esto, igual no todo está perdido. ∎