El audiovisual patrio pasa por un estado de forma formidable. Una impresión que salta a la vista cotejando algunos de los cabecillas alistados por grandes marcas y grandes músicos de la arena internacional. A ese roster de realizadores de órbita internacional se puede incluir a El Cielo, dupla creativa compuesta por Joaquín Luna y Alfonso Riera con base de operaciones en la capital y prodigioso reel que se despliega en el campo publicitario y de los vídeos musicales. Es en este ámbito donde registran una potente nueva entrada al servicio del ideario del enigmático nusar3000: “NASKAR”, primer adelanto del álbum de debut de este DJ y productor enigmático (siempre con máscara) cuyo salto al tallo popular se produjo con su remix del “Despechá” de Rosalía. Una faceta en la que también ha dejado muestras para Dellafuente y Judeline. En este primer aperitivo señaliza su voraz apetito: funk carioca, chiptune, folk balcánico, esencias mediterráneas e ingeniería electrónica se entrechocan sin heridos para dar forma a este bólido.
Conjugado también con maestría desde la parcela visual. El recorrido del vídeo se fija en la jornada que vive un chaval marroquí obsesionado por los coches y las carreras que emula con el joystick en su hogar. A medida que transcurre el día, sus anhelos de velocidad y libertad se irán concretando. Rodado en Marruecos, en Uarzazate, la obra rezuma veracidad en su retrato de esa juventud marroquí de las poblaciones rurales del Atlas que colindan con el desierto del Sahara.
La estética busca el realismo, casi el documental si no fuera por el frenético montaje a rebufo de los muchos BPMs por los que circula el tema. A ese acercamiento naturalista, con barniz cinematográfico, le favorece el look que aporta la película Kodak de 16 mm, así como el uso de talento local no profesional y las localizaciones en bruto, sin intervención de los departamentos artísticos. La única incorporación que perturba esa consigna realista son los fotogramas que presentan a nusar3000 embutido en una malla de caballero medieval con la que oculta su rostro, cabalgando, la mayor parte del tiempo, a lomos de un camello al galope. A diferencia del “Bad Girls” de M.I.A, dirigido por Romain Gavras, con quien la une cierto parentesco, aquí las acrobacias de los coches son más crudas y áridas, sin trucajes de por medio.
Impactante carcasa para seguir alimentando la misteriosa identidad de este artista que sigue dejando a su paso un manto de elucubraciones y altas expectativas. Con este clip no solo fortalece el enigma en torno a su imagen, sino que esparce pistas sobre su sonidero y deja claro que su ambición está a la altura de su talento. ∎