A
Antonio Arias las dinámicas de corazones en vilo que monopolizan las letras pop siempre se le han quedado pequeñas. No es extraño, pues, que el líder de Lagartija Nick haya sentido afinidad por la lírica más abierta; aquella de la que hacen gala Natalia Carbajosa y Carlos Marzal, entre otros autores que sirven de base literaria a
“Multiverso” (2009). En este trabajo firmado en solitario, Arias levanta la vista hacia el cielo, anhelando perderse en los cuerpos celestes de la mano de una poesía científica prendida de misterio e interrogantes:
“¿Qué flota de mí, en mí, que yo no veo? / ¿Qué trasluz de mi luz me da mi forma?”. Lo natural sería creer que estos temas se aparearían con divagaciones progresivas, pero la musicalidad de estas composiciones resulta diáfana; un pop nervudo delineado con la complicidad de la banda madre y de amigos como J y Florent de Los Planetas.
En cambio, la secuela
“Multiverso II” (2013) se ve claramente influida por la experiencia de Arias junto a Los Evangelistas, convocando la voz de Soleá Morente y dando un acabado de space rock catedralicio a una selección de textos de David Jou, que solo aterrizan con esa
“Soleá de la ciencia” que ya cantó Enrique Morente:
“Presumes con ser la ciencia / yo no lo comprendo así / siendo tú la ciencia / no me has comprendido a mí”.
Algo ignorados en el momento de su publicación, ambos discos son recuperados en vinilo en
“Multiversos”;
pack que incluye también la descarga de cuatro temas inéditos (entre ellos un
“Q U I Joint Tenerife” que parece una nebulosa shoegazing al ralentí) que tanto pueden ser una coda como –se anuncia así– el avance de un tercer volumen de este proyecto. ∎