En 1971, con el bum de la bossa nova en receso, Mendes puso en marcha una nueva banda, Brasil ‘77, y amplió su negociado más allá de lo estrictamente musical, estableciendo sus propias empresas editoriales y construyendo un estudio de grabación en su residencia californiana de Encino para producir a artistas como Edu Lobo o reactivar el sexteto Bossa Rio. El álbum
“Primal Roots” (A&M, 1972) muestra a un Mendes interesado en la tradición afrobrasileña del noreste de su país, mientras que en trabajos como
“Vintage 74” (Bell, 1974),
“Sergio Mendes & The New Brasil ‘77” (Elektra, 1977) o
“Brasil ‘88” (Elektra, 1978) seguía conjugando la herencia de la bossa nova con jazz de aroma latino, soul o funk. A principios de los ochenta, gracias a una versión del tema “Never Gonna Let You Go” escrito por el mítico tándem Barry Mann-Cynthia Weill, renovó su éxito en Estados Unidos y colocó el álbum
“Sergio Mendes” (A&M, 1983) en el top 30 de aquel país. Esa inercia permitió que discos como
“Confetti” (A&M, 1984) funcionaran bien en dicho mercado.