Una semana por defecto se convierte en la mejor del año cuando pasan cosas como que Lana Del Rey vuelva a actuar en televisión tras casi una década de ausencia. Lo hizo en la noche del lunes en “The Tonight Show” de Jimmy Fallon, con esos aires de diva de otra época que siempre le salen tan bien. Enfundada en un mono de piel negra, rodeada de coristas y una escenografía que emulaba un bar alérgico a las luces, la estrella pop defendió “Let Me Love You Like A Woman” como si de un estándar centenario se tratase. Solo un milagro navideño haría que cumpliese la promesa de entregar su próximo álbum, “Chemtrails Over The Country Club”, en 2020, pero la esperanza es lo último que se pierde.
No fue el único momento musical del programa del lunes de “The Tonight Show”, pues también hubo espacio para la nostalgia noventera con la versión que el elenco original de “Salvados por la campana” (1989-1992) hizo junto con The Roots, banda residente del late night, y el propio Fallon del tema principal de la serie. Sirvió para promocionar su reboot, que se estrenó el mes pasado en Estados Unidos, aunque pese a las buenas críticas sigue sin fecha en España.
Desde ayer, ya se puede ver en Netflix la segunda temporada de “Song Exploder”, una serie documental en la que músicos ahondan en los procesos creativos de sus mayores éxitos. Esta nueva tanda de episodios muestra a Trent Reznor de Nine Inch Nails explicando cómo transformó el dolor en arte en su versión del “Hurt” de Johnny Cash, o a Dua Lipa revisitando la música favorita de sus padres para dar con hits como “Love Again”. Pero para acontecimiento catódico-musical, el del documental de Apple TV+ “Billie Eilish: The World’s A Little Blurry”. Ya hay tráiler antes de su estreno el 26 de febrero.
Todos sabemos que a los fans del Primavera Sound les gusta una buena lona, y ayer Joan Laporta pareció querer emular aquellos grandes momentos. Madrid amaneció con una pancarta a 200 metros del Santiago Bernabéu en la que el presidenciable admitía sus ganas de volver a ver a los merengues y con la que daba por iniciada la campaña electoral en Can Barça. Un acto de genial fanfarronería que ha despertado de golpe al barcelonismo de una larga pesadilla. 2021 ya está tardando en llegar.