Finalizamos deseándole una pronta recuperación al bueno de Jesse Malin, quien lleva desde el pasado mes de mayo paralizado debido a un derrame cerebral, que le ha tenido inmóvil de cintura para abajo. Su último concierto lo había dado en el Webster Hall de Nueva York el 4 de mayo para conmemorar el veinte aniversario de su debut en solitario, tras su etapa en D-Generation. Su mánager, David Bason, ha creado una campaña para conseguir financiación a través de The Sweet Relief Musicians Fund. Delicado siempre el asunto de la recuperación médica de los músicos norteamericanos de perfil medio-bajo, los de pico y pala, subsistencia básica y seguro para quien se lo pueda permitir. Un clásico.
Disfruten del fin de semana.