La cabeza en el cielo y los pies en la tierra. Podría ser la leyenda que definiera a Juan Gómez
“Chicuelo”, guitarrista de flamenco nacido en 1968 en Cornellà de Llobregat, Barcelona. Siempre agitado, siempre en movimiento, buceando en las raíces del género y fusionándolas con el jazz y otros estilos. Por esa agitación,
Luis Gibert, el director del documental
“Camino a Chicuelo” (2022; se estrena hoy en Madrid), lo filma con la cámara en movimiento, muy encima y en primerísimos primeros planos. Es de este modo como aparece, al inicio, hablando con sus músicos –estos fuera de campo– sobre unos acordes y ritmos, o, en la secuencia posterior, charlando y caminando por la calle con su hermano mayor, Isidro, quien acaba cantando un sentido fandango a la memoria de su esposa fallecida pocas semanas antes de que se rodara este documental.
El 29 de agosto de 2021, Chicuelo estrenaba en el Teatre Coliseum barcelonés su espectáculo “Caminos”, una obra para guitarra, violonchelo (Martín Meléndez), batería (David Gómez) y baile (Karen Lugo), con el añadido en los pasajes finales del pianista Marco Mezquida. Bajo el mismo título, Chicuelo publicó a finales de 2022
un recomendable álbum. Gibert aprovecharía los días previos para filmar a Chicuelo en los ensayos y hacerlo conversar con algunas de las personas que han sido más importantes en su vida. En un retrato en el que cobran un importante papel, aunque solo sea un breve encuentro, gente como su hermano Isidro, su esposa Rosario Amaya y su hijo Diego Gómez Amaya, también guitarrista; el ingeniero de grabación Mauri Tonello; el veterano constructor de guitarras Casimiro González, su primer y único maestro formal, como lo define el propio Chicuelo; Lluís Cabrera,
presidente del Taller de Músics de Barcelona, el hombre que lo contrató para un concierto en Zeleste cuando tenía solo 16 años; la cantaora Mayte Martín, con la que improvisan un par de temas; un grupo de amigos de infancia, reunidos en uno de los bares del barrio que transitaron tantos años antes (esta es la única vez en la que la cámara se desprende de los cuerpos filmados muy de cerca para alejarse en dron hacia los cielos, imprimiendo desde las alturas un bonita estampa de amistad); el pianista Chano Domínguez y Sílvia Pérez Cruz, con la que Chicuelo grabó el tema principal de la película “Blancanieves” (Pablo Berger, 2012) que le reportó el Goya a la mejor canción original, y con la que también se lanza a una emotiva improvisación en un bar rodeados de amigos y colaboradores.