Libro

Orian Brook / Dave O’Brien / Mark Taylor

La cultura es mala para tiLiburuak, 2023
El provocador título de este ensayo es, en realidad, lo mejor del mismo, y se sustenta en la siguiente idea esgrimida por sus autores: “Las profesiones culturales son cruciales para hacer del mundo un lugar mejor. En el presente, no lo están consiguiendo. Son, de hecho, parte del mecanismo que perpetúa que la sociedad sea desigual”. La cultura, por tanto, será perniciosa mientras no alcance una situación de igualdad de oportunidades. Los británicos Orian Brook, Dave O’Brien y Mark Taylor partieron de esta premisa y la validaron con un completo estudio sociológico: una encuesta que extendieron a 2500 profesionales del sector y entrevistas en profundidad sostenidas con 237 de ellos.

El libro se detiene en el análisis de los resultados para llegar a una conclusión desoladora: siempre ha habido desigualdad estructural en las industrias culturales y creativas, pero eso no solo no se ha atenuado, sino que va a peor. Puede existir la percepción de que cada vez hay más mujeres, personas racializadas y de clase trabajadora en estas profesiones, pero la realidad es toda la contraria. Se trata de un mundo crecientemente elitista y eso se aplica también a la hora de observar quién produce cultura y quién la consume.

Ha habido mucha literatura al respecto de estos temas desde que Pierre Bourdieu publicara su seminal ensayo “La distinción” en 1979. Los autores de “La cultura es mala para ti” (“Culture Is Bad For You”, 2020; Liburuak, 2023) toman también esa obra como punto de referencia, y se apoyan en conceptos como el de capital cultural y reproducción social para explicar las dinámicas de poder actuales dentro del sector. Brook, O’Brien y Taylor se detienen en factores que, de forma muy significativa, contribuyen a que el trabajo cultural solo se lo puedan permitir, fundamentalmente, los varones blancos de clase media-alta: la precariedad, la exigencia de una alta dedicación amparada en el idealismo vocacional o una falsa meritocracia que, en realidad, se ampara en quien ha heredado los mejores contactos por tradición familiar.

Lo más alarmante de todo es cuando, a través de las entrevistas, evidencian que los propios trabajadores excluidos se atribuyen una responsabilidad individual en ello (muchas mujeres, por ejemplo, se plantean si tener hijos o no a sabiendas de que eso las expulsará de ese tipo de profesiones) sin reflexionar sobre la necesidad de cambiar las dinámicas estructurales. Más sintomático todavía, que quienes tienen el poder son conscientes de la desigualdad, incluso se consideran comprometidos con el tema, pero al final no hacen nada por revertir la situación y terminan perpetuando el mismo statu quo. Igualmente, se sugiere que ninguna de las políticas públicas que se han puesto en práctica para conseguir mayor igualdad han funcionado y, al contrario, han acabado por reforzar la desigualdad. Y, aunque se centran en la realidad británica, todo lleva a pensar que los datos serían fácilmente extrapolables al resto del mundo occidental.

Destacar, también de forma significativa, la decisión de la editorial Liburuak de traducir el libro a lenguaje inclusivo, labor que ha llevado a cabo Amaia Olalde Pérez. Su lectura puede resultar farragosa y un poco repetitiva, falta de síntesis. Es algo que se puede achacar a su naturaleza más sociológica y académica, sin haber pasado por un proceso de adaptación más periodístico. Aun así, es de sumo interés la lectura de sus conclusiones. ∎

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