Álbum

abracadabra

shapes & colorsMelodic, 2023

abracadabra –Hanna Skeleton (sintetizadores y voz) y Chris Niles (sintetizadores, programación y bajo)– proponen una evocación en toda regla del sonido, o de varias sonoridades, de la new wave de finales de los setenta y los primeros ochenta, a la que añaden convenientes y convincentes arabescos de synthpop sicodélico y anguloso, efluvios electrónicos, letras críticas y unas gotas bien medidas de art rock. La pareja construye el entramado sonoro, pero invita a su fiesta particular a dos percusionistas y un guitarrista que acaban de dar sentido y materialidad a su música: bajos densos, traviesas guitarras rítmicas, muchísima percusión, baterías acústicas y sintetizadas, atmósferas cibernéticas, bellos toques de swing pop, fases de dub aeroespacial, efectos de película de ciencia ficción, guiños a la música disco, teclados aceitosos y distintas capas y graduaciones vocales: un cableado electro-emocional recorriendo la música no extinguida de un tiempo pasado. “shapes & colors” es su segundo disco. El primero, de título idéntico al de la banda y autoeditado, apareció en 2020.

Formas y colores, una paleta amplia, nada monocromática pese a las visibles raíces de las que surge todo. Como si se tratara de un acto reflejo, mimetizan a Talking Heads, Lizzy Mercier Descloux o Tom Tom Club sin olvidarse del sonido líquido y analógico de Stereolab, conectados con aquellos de modo distinto. Temas como “at the zoo” y, especialmente, “in a photo”, la carta de presentación del disco en formato single (dos temas de funk-dub-pop que harían las delicias de Chris Frantz y Tina Weymouth), nos trasladan, sin ningún atisbo de nostalgia, hasta los confines de aquella nueva ola juguetona, rítmica y colorida, pop electrónico de línea clara, una corteza sonora sobre la cual Skeleton canta sobre otras cosas porque el mundo ha cambiado: ahora es más desordenado y brutal, y ha sido afectado por una pandemia y un confinamiento globales, sin olvidar los estragos del capitalismo más venéreo (abracadabra proceden de la ciudad industrial de Oakland). dawn of the age of aquarius” cierra el disco. Parece un título irónico, pero no lo es. Skeleton mira hacia atrás sin ira. Para ella aún no hay nada perdido. Es literalmente imposible caer en la desesperanza escuchando las fases más luminosas y los ritmos bulliciosos de este disco. ∎

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