Cuenta la periodista Cathi Unsworth en “Temporada de brujas. El libro del rock gótico”, con una perspectiva novedosa, que dicho estilo floreció en el Reino Unido durante el mandato de Margaret Thatcher como una forma de contestación a sus políticas. Si eso es cierto y se puede extrapolar, algo debe de estar pasando en nuestro país vista la cantidad de bandas con sonidos en dicha onda, más o menos oscura, aparecidas en los últimos tiempos: La Plata, Futuro Terror, Depresión Sonora, Margarita Quebrada, Santa Companha, Somos La Herencia, Mausoleo, etc. Y ahora, Alcalá Norte. En su caso, no son renovadores ni puristas del género, ni de su estética. Lo toman como un vehículo para su concepto como banda que se refleja en unas letras que llaman mucho la atención y en sus entrevistas. En una época en la que se dice que los nuevos artistas descuidan estos aspectos, ellos han creado toda una constelación de referencias; localistas –el distrito Ciudad Lineal de Madrid como centro del mundo– o internacionales; cultas –¿hay algún estudiante de Filosofía y Letras en la sala?– o populares. Casi siempre con un humor muy particular. Incluso fuera de sus canciones mantienen el discurso de que pretenden conquistar el país, Europa o el mundo, empezando por tomar el control de su zona y seguir con los barrios vecinos. Es en “Supermán” donde presentan las credenciales del plan, empezando por citar el límite a expandir, la carretera E-90, A-2, pero cuidado con los juicios rápidos: cuando dicen “¿Por qué esos brazos en jarra en la batalla de Kiev?” se refieren a Cristiano Ronaldo –al que citan recurrentemente en varios temas– y a la final de la Champions League de 2018. ¿Significa que se desvían siempre hacia la chanza de conversaciones de bar? Para nada, “Langemark” habla de una batalla de la Primera Guerra Mundial y “No llores, Dr G” es un retrato cáustico de Goebbels. Hay crítica social esparcida por todos los temas, celebración de la idea de lujo de la clase trabajadora en plan “Cuéntame” –“La vida cañón”–, iconografía religiosa en “Westminster” o poesía urbana en la hermosa “La calle Elfo”. Es todo un vicio sumergirse en sus textos y tratar de identificar significados y guiños; el historial de Google se llenará estos días de búsquedas bizarras provocadas por estos chavales del este de Madrid.
¿Pero entonces la música es un mero armazón para sostener sus historias? Qué va, tienen muy buen tino con las melodías y los estribillos para crear canciones que te llegan a la primera escucha. Aunque citan a Joy Division o The Cure –se podría añadir a Siouxsie And The Banshees o a Bauhaus– como modelos fundacionales, quizá por el idioma evocan más a muchas bandas de aquí que bebieron de aquellos, como El Pecho de Andy, El Último Sueño, Los Pegamoides o La Dama Se Esconde. De formaciones más pop como La Mode u otras algo más cercanas que podían tener un mínimo barniz oscuro pero que en realidad tenían una vena popular, de la de cantar estribillos en los bares, como Juanita y Los Feos. Es posible que no hayan escuchado a algunos de estos grupos, puede que hayan llegado a la misma cueva del tesoro, cuarenta años después, siguiendo los mismos mapas. También gustan de citar a Burning, que eran de La Elipa, perteneciente al mismo distrito de Ciudad Lineal; algo de esa chulería de barrio se ha filtrado aquí y allá.
Aunque es un trabajo muy personal, hay sitio para las colaboraciones externas. La del productor de Chill Mafia Suneo a los teclados en “420N” y “Supermán”, y la de Adrián Bremner de VVV [Trippin’you] en “El guerreo marroquí”, acercándoles a su vera industrial. “El rey de los judíos (un cosquilleo)” es una versión del tema, con el título entre paréntesis, de La Paloma, con otra letra distinta.
Lo tienen todo para generar un fenómeno fan o de seguidor de culto, quizá de forma más completa y con más arraigo en su barrio y en su ciudad, por una mayor comprensión de todas las alusiones y pistas. Aun así, hay numerosos puntos de enganche para los que vivimos en otras partes del mundo. Al fin y al cabo si su plan sale bien, todos seremos absorbidos tarde o temprano por su Ciudad Lineal. ∎