Álbum

AMMAR 808

Club TounsiGlitterbeat, 2025

Tras aparcar Bargou 08, el tunecino de ascendencia turca afincado en Dinamarca Sofyann Ben Youssef, aka AMMAR 808, debutó en solitario hace siete años con “Maghreb United” (2018). Reseñado puntualmente en estas páginas y considerado ahora un clásico, el álbum trazaba nuevas intersecciones entre la tradición musical de esa parte del norte de África –Marruecos, Argelia y Túnez– y una modernidad simbolizada por artefactos tecnológicos como la caja de ritmos TR-808 que da nombre parcialmente al proyecto. Le siguió el más exótico y experimental “Global Control/Invisible Invasion” (2020), inspirado en sonidos del sur de la India, y el directo “Live At Another Sky Festival” (2025).

Para su tercer disco en estudio, Ben Youssef ha decidido ahondar en la música folk que escuchaba durante su infancia, regreso al futuro que también celebra con la bonita portada de “Club Tounsi” donde la bandera de Túnez aparece impresa sobre una bola de espejos diseñada por Pauline Roquefeuil. El productor y mezclador magrebí, que empezó a registrar in situ su nuevo disco en el verano de 2023, ha sabido detectar el enorme poder hipnótico pero también evocador de una serie de piezas tradicionales recontextualizadas tecnológicamente. Como “Aman Aman”, una canción de amor suspicaz interpretada con Auto-Tune entre insistentes arpegios sintetizados por Mariem Bettouhami: Tu amor atravesó mi alma, intencionadamente, con ánimo malicioso”. Entre las progresiones de Goblin, los Cabaret Voltaire más orientales y algo de “Las mil y una noches”, es probablemente la mejor pieza de “Club Tounsi” a la hora de refrescar con oscuras texturas electrónicas la intensa emocionalidad y esencia pulsante de estas piezas folclóricas.

La presencia del mezoued –o mizwad–, una gaita tunecina hecha con piel de cabra –el maestro Montassar Jebali es quien la tienta en el álbum–, término que también hace referencia a un tipo de canción popular asociada originalmente a los emigrantes rurales en la capital del país durante los años cincuenta del siglo pasado, queda patente desde la primera pieza, la sinuosa “Douri Douri”. Intervienen el vocalista de óptica sufí Brahim Riahi –reza al Profeta y ganarás; gira y teme a tu Dios: es habitual encontrar este tipo de invocaciones místicas en el mezoued– y las percusiones analógicas de Imed Rezgui al derbake o darabouka, en simbiótico contraste con las electrónicas –palmas convertidas en loops–, los bajos musculosos y ciertas técnicas de influencia dub. Otro instrumento secular que protagoniza “Club Tounsi” es el ney de caña, una flauta de timbres zigzagueantes interpretada por Naoufel Manaa en la magnética “Lelliri Yamma” y por Mohammed Ben Salha en cortes cadenciosos y de profunda espiritualidad sufí como “Rakeb Aalhamra” que nuestro añorado Richard H. Kirk habría sampleado gustosamente para su alias Sandoz.

AMMAR 808 ha sabido captar la esencia de esta música celebratoria obteniendo una mezcla limpia y rotunda que encuentra otro de los momentos más conseguidos en la profana “Ah Yallila”, donde confluyen las espirales vertiginosas del mizwad y las voces del veterano Mahmoud Lahbib con los coros de la cantante lírica Bettouhami, antigua alumna del Instituto Superior de Música de Túnez en la que Sofyann Ben Youssef y el precitado Brahim Riahi también cursaron sus estudios. En uno y otro tipo de piezas, devocionales –“Eddeym Allah”–, festivas –“Tichtiri Cherbak”– o románticas –“Brobba”, de nuevo cantada por Lahbib–, predomina el fezzani, ritmo tunecino por excelencia que AMMAR 808 reinterpreta sobre la base de todo este repertorio folclórico bien conocido en Túnez, tendiendo con ello una continuidad respetuosa y brillante, pegadiza y de absoluto presente. ∎

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