Disco destacado

Baby Keem

The Melodic BluepgLang-Columbia-Sony, 2021

Decía Vince Staples en “Hive” que If this was ’88, I would have signed to Ruthless; ’94, would’ve had ’em walkin’ down death row, en lo que viene a ser una doble referencia a los dos sellos más icónicos de Los Ángeles en los 80 y 90: el directamente mencionado Ruthless Records y Death Row (notorio este último por su capacidad para atraer el mejor talento de la ciudad y por todo el historial de violencia que lo rodeó). Lo cual nos hace preguntarnos: ¿por qué discográfica habría lanzado Baby Keem su “The Melodic Blue” de haber nacido 30 años antes?

No tenemos una respuesta clara porque Baby Keem es todo un género en sí mismo. Y es que a lo largo de los dieciséis cortes que componen su álbum de debut nos encontramos una caterva de sonidos a la que podríamos asignar el repertorio que el californiano ofrece. Desde Kid Cudi, al que ha mencionado como inspiración en múltiples ocasiones, hasta nombres que por generación están más cerca de él, como puede ser Playboi Carti. Quizá el mejor calificativo que podríamos colgarle a este “The Melodic Blue” es el de crisol: de inspiraciones, sí, pero también de gamas, de paletas auditivas y de sensaciones. Y es que el resultado final te podrá gustar o no, pero nadie puede achacarle que estemos ante un producto plano, aburrido o unidimensional. Desde los beat switches frecuentes en varios temas, pasando por la experimentación con melodías, con diferentes personas artísticas e incluso coqueteos con su propia voz y flows, hasta el punto de que por momentos dudamos de si estamos ante Keem o ante 645AR.

Curiosamente, uno de los puntos fuertes del disco, su riqueza de colores, es la que puede generar rechazo en aquellos que sientan que “The Melodic Blue” es café para los muy cafeteros. Tan solo hacen falta cinco minutos dentro de este álbum para tener la sensación de que hemos consumido medio tracklist, cuando en realidad apenas hemos pasado de puntillas por “trademark usa” y “pink panties” (de esta última merece la pena destacar el estribillo de Che Ecru que Baby Keem recupera de las entrañas de Soundcloud). Lo mismo sucede con diferentes subgéneros, con fases del disco a las que entramos con una sucesión de sonidos que del puro minimalismo saltan al R&B comercial y de ahí a la tradición más canónica del trap (como puede ser el caso de los tres cortes de cierre). Dicho lo cual, también hay momentos para la calma y el “menos es más”. En puntos como “spacegoats”, “issues” o “lost souls” nos encontramos a un Keem más reflexivo sin que ello implique renunciar al sustrato humorístico y naíf que nos acompaña a lo largo del LP.

La pregunta que nos sobrevuela la cabeza una vez analizado “The Melodic Blue” es obvia: ¿qué pensaríamos de Baby Keem si no estuviese relacionado con el nombre de Kendrick Lamar? Seguramente el hype no sería el mismo, pero las posibilidades de futuro sí. Sin duda, una de las mejores cosas que se puede decir de este disco es que todas las expectativas puestas sobre el mismo (todas ellas directamente relacionadas con su parentesco con el ganador del premio Pulitzer) no se han cumplido en absoluto, y que quien esperase ver en Baby Keem un apéndice de K-Dot se tendrá que conformar con las apariciones de este último en un par de momentos puntuales. Y es que este álbum no deja de ser, en esencia, la forma en la que Keem abre el abanico a todos los caminos y posibilidades de futuro. Un futuro brillante si nos basamos en diamantes como “south africa” o “scars”, pero para el que todavía tendrá que seguir puliendo su fórmula y encontrando su lugar. Pero la originalidad, personalidad y apuesta están ahí, listas para ser explotadas. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados