Álbum

Batida

Neon ColonialismoCrammed, 2022

El productor Pedro Conquenão, nacido en Angola y afincado en Lisboa, ha creado como Batida un mundo interactivo que mezcla música, danza y artes visuales. Batida, que significa “beat” en portugués, también hace referencia a la cultura musical bailable electrónica generada en Luanda y al flujo de intercambios que hermana África con Europa. Debutó hace una década con un álbum de título homónimo, editado por Soundway, en el que sampleaba música de los años 70, semba angoleña y rumba congoleña, para insertarlos en la nueva moda del kuduro, entre la electrónica de baile y el hip hop. El mismo espíritu del recorta y pega, del remix y el sampleo, prevalecía en su segundo trabajo, “Dois” (2014), aunque aquí ya aparecen instrumentistas y colaboradores, como el guitarrista Duncan Lloyd (Maxïmo Park), el sudafricano Spoek Mathambo o los franceses François & The Atlas Mountains.

Su actividad artística se fue diversificando, ya en Crammed, con la inmersión en los sonidos congotrónicos de “Konono N º1 Meets Batida” (2016) y el álbum “The Beginning, The Medium, The End And The Infinite” (2021), acreditado a IKOQWE. “Iko” es Luaty Beirão, aka Ikonoklasta, rapero y activista angoleño, y “Coqwe” es Pedro Conquenão. Lo más destacado es que utilizan samples de grabaciones de campo realizadas por el etnomusicólogo Hugh Tracey en los años cincuenta.

En su nuevo trabajo los cantos tribales de llamada y respuesta siguen siendo importantes, combinados con un atmosférico efecto dub, en el tema inicial “Bem vindo”, junto al angoleño DJ Satelite. Pero lo más destacable es una apertura de miras que lo lleva a incorporar clásicos y nuevas voces del universo lusófono. En este sentido es remarcable “Hmmm”, construido sobre un sample de Bonga, más en concreto de su emblemático “Mona ki ngi xica” –tema proindependencia de Angola grabado en 1972–, dejando únicamente la guitarra y los murmullos del protagonista sobre capas de percusiones. Su lograda simbiosis musical brilla en el single “Bom bom”, una delicia, en compañía de la caboverdiana Mayra Andrade, que conecta con la MPB brasileña. La afinidad con el país de Lula le permite colaborar con DJ Dolores, pionero del manguebeat, en dos temas; en “Tem dor (África de Itamaracá)” cuenta, además, con la participación destacada de Lia de Itamaracá, cantante referente de la música de Pernambuco y del estilo ciranda, junto a la que perfilan una maravilla electro-afro-folk. En cambio, en “Sr Mandão” mandan las rimas del hip hop, con los fraseos concienciados de su protegido Ikonoklasta, aunque sin obviar un fondo sintético cinemático, cortesía del dúo de productores lisboeta Octa Push.

El segundo single es el tema instrumental “Ah!”, construido sobre un mar de sintetizadores y percusiones y realizado en estrecha colaboración con su colega Poté –DJ y beatmaster antillano de la escudería Ninja Tune, con fuertes conexiones con el kuduro– junto al que se le ve en el vídeo oficial, un paseo en bicicleta por la periferia de Lisboa, donde creció Batida, con una breve parada en el monumento Padrão dos Descobrimentos, homenaje a la edad de oro de la expansión portuguesa, un período colonial en el que dominaron el mercado de esclavos en el Atlántico. En “Farramenta” se alía con el angoleño Nástio Mosquito, músico, fotógrafo, performer, videoartista y poeta, en un kuduro que, aunando ritmos contundentes y rimas de denuncia del racismo, es a la vez lounge.

De las manos del veterano percusionista angoleño João Morgado, llamado “O rei dos tambores”, se introduce en las aguas tradicionales del semba, el ritmo más típico de Angola, en un “Sou eu!” que también conecta con la EDM más moderna. Lo mismo sucede con “Batida Botto”, ayudado por el septuagenario guitarrista Botto Trindade, recogiendo la esencia de la saudade para trasladarla a un lugar contemporáneo. Para acabar se reserva “Eléctrico” –junto a Branko (Buraka Som Sistema)–, en clave deconstruida, espacial y afrofuturista, completando un suculento viaje tradi-mod. ∎

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