La eternamente iconoclasta Brigitte Fontaine –85 años cumplió el pasado junio– entrega su segundo álbum en lo que llevamos de década, el primero desde “Terre neuve” (2020), aquella maravilla supervisada por Yan Péchin.
Para este trabajo, la artista –compositora, escritora, actriz, performer– se ha aliado con The Limiñanas, demostrando una vez más que su sintonía con las nuevas generaciones creativas no pierde sintonía.
“Pick Up” cuenta, por supuesto, con las aportaciones de su inseparable Areski Belcacem, partenaire sentimental y artístico desde 1969, y coautor de la mayoría de las doce canciones del disco.
Mucho ha llovido desde aquel “13 chansons décadentes et fantasmagoriques” (1966), el álbum –del que ella reniega– que inauguró una discografía que puso patas arriba los cimientos más anquilosados de la chanson. En 1969 llegaría “Comme à la radio”, en comandita con The Art Ensemble Of Chicago, un trabajo ya mítico que la consolidó como figura de culto referencial en la escena francesa.
La voz grave, castigada por miles de cigarrillos, reina en este “Pick Up”, un álbum de rock sin florituras –“Mariage (1)”, “Sac d’os”, “Crac boum crac”–, ocasionales aromas norteafricanos –“Neuf trois” y “Le beau temps”, apertura y cierre, respectivamente, del disco– y mucho avistamiento de la galaxia Gainsbourg –“Cantilène”, “Embrassons-nous”–.
Hay un hit indiscutible: “Les animaux”, con las percusiones de Areski en su apogeo, y un texto tan surrealista e irreverente como cabe esperar de la firmante de “Prohibition” (2009): “Pompas de jabón / saliendo del hermoso culo / son ovejas blancas / o niños balando / me gustan los animales / más que los humanos”, irreverencia que alimenta todas las letras del disco, con momentos tan brillantes como las imágenes que propone “Mary Poppins” (“Atleta del rock’n’roll bordando en el BM / después de comer puré de gruyère / preciosa marimacho / con sus bragas de cachemir / y sus ojos claros”), con guiño a Marilyn Monroe en la recámara (“su corazón pertenece a papá”), aunque no se olvida de recordar su lado más comprometido: véase “Crevards, miteux, pauvres errants” y sus contundentes sentencias (“Los dinosaurios ricos / los capitalistas encerados y tristes / lingotes de oro y racistas / racistas no por estupidez / racistas por interés, por astucia, por cálculo”).
Tan fresca como una lechuga y sin arriar en ningún momento su bandera de absoluta libertad. Sonic Youth, Étienne Daho, Grace Jones, Jane Birkin, Philippe Katerine y Jarvis Cocker, entre otros, se han rendido sin condiciones a su arte. Por algo será. Así que larga vida a La Libélula bretona. ∎