Formado en 2017, el cuarteto alicantino Cemënteri tardó tres años en publicar su primer disco, “Asma, corte, afonía, pisotón” (Spinda, 2020), y han tenido que pasar cinco para que llegue el segundo (entremedias, un single de vinilo compartido con los jienenses Santo Rostro, incluido en la caja de doce singles “Grados. Minutos. Segundos” publicada por Spinda en 2021, con temas inéditos de 24 bandas de la escena underground nacional). El grupo lo forman cuatro amigos: Carlos Arcos, Joan Lorenzo y los hermanos Alejandro y Guillermo Cebrián (exintegrantes de El Eje del Mäl), y es que, en realidad, esto solo se sostiene por amistad. Y se agradece que sea así, porque sus grabaciones no surgen para cumplir estrategias de marketing, sino por simple necesidad vital y/o artística.
En algún momento, Cemënteri se han definido como “Part Time Punks”, como la vieja canción de TV Personalities, porque el grupo no es de lo que comen, sino lo que los enchufa y hace escapar de la realidad. Pero aunque sean “punks a tiempo parcial”, lo cierto es que el resultado, para quien ha conocido el punk original casi desde sus primeros balbuceos –y la eclosión en pleno del hardcore de Big Black, Black Flag o Butthole Surfers–, es ciertamente gratificante. No solo técnicamente: la grabación actual, para Repetidor, es MUY superior a la calidad de maqueta grabada en el propio local de ensayo que era “Asma, corte, afonía, pisotón”. No hay más que escuchar los riffs de guitarra de “Amigo colapso”, “Vacaciones en el frente” o “Vietnam me mata” para darnos cuenta de que el resultado no se queda en lo convincente, sino que sube de categoría hasta lo importante, y supera por momentos algunas grabaciones canónicas del género en España a cargo de bandas como La UVI, TDK, Eskorbuto o Cicatriz. Sí: el sonido es tan hardcore old school que gustará a los aficionados más veteranos, y tan atento a la agitación geopolítica actual y las graves secuelas ecológicas del turbocapitalismo –el “panorama en llamas” al que hace referencia el título, cuando ni siquiera sabían que Donald Trump iba a iniciar el fin del mundo– que debería también apelar a las nuevas generaciones. A modo de curiosidad, su canción “baloncestística” de este disco –en “Asma, corte, afonía, pisotón” eran “Kurtinaitis” y “A.C. Green”– es “Dennis Rodman”. Les gusta el baloncesto… ¡y los monstruos devorados por el sistema! ∎