Cineplexx

Parafraseando el título de uno de los discos más imaginativos de su admirado Prince, el nuevo álbum de Cineplexx, proyecto personal de Sebastián Litmanovich, suena como su particular vuelta al mundo en un solo día. Por la diversidad de su mirada geográfica y por su cromatismo estilístico. No hay una canción que suene exactamente igual a la anterior. Y tiene una de sus mejores virtudes en la ausencia de pretensiones, en la elegancia algo naíf que transmiten sus doce cortes, prendados de ese escapismo que se entiende mucho mejor tras la reclusión de 2020, que marcó su devenir.

Hay synthpop de halo costumbrista en “Oh, no” (junto a sus fieles Manuel Sánchez –Antonna– y Yanara Espinoza –Papaya– , ambos tenían que abrir el disco), hay pop telenovelesco en la concurrida estela del “Porque te vas” de Jeanette en “Amigos” (con Sabina Odone, y que es continuación de “Hey”, de su anterior trabajo, que cantara junto a La Bien Querida), hay disco funk sensual como el que se estilaba en el ecuador de los setenta en “Besándonos”, hay bossa nova electrónica en “Estuve a punto”, con Teresa Iturrioz (Le Mans, Single), en otro de los insignes cameos del disco, hay disco music con injertos hipnagógicos en “Por eso bailo” y algo más desmelenada, a lo Rick James o Prince, en “Vitaminas”, y también algo de house en “Quiéreme” y algo de cumbia digital en “Me robaste una naranja”. Incluso un minidrama pop a lo Carlos Berlanga en “Desesperados” y una apañada versión de “Fiesta”, que popularizara Raffaella Carrà allá por 1977, con acento latino.

El compositor y productor argentino afincado en Madrid se marca aquí, en resumen, un colorista trip que aúna oficio y conocimiento, intuición y afán recreativo, sin perder en ningún momento de vista esa alquimia de jovialidad y melancolía que casi siempre ha supurado la mejor música de baile de las últimas décadas. “Pura fantasía” no te cambiará la vida, pero es un complejo vitamínico de eficacia instantánea. ∎