Duodécimo disco de estudio de
Eels, cuatro años después de
“The Cautionary Tales Of Mark Oliver Everett” (2014), título que ponía el énfasis en su artífice y cerebro, Mr. E, cantante, compositor y responsable absoluto de los vaivenes del grupo, que van del lo-fi de dormitorio al hard rock más desvencijado, pasando por los trajes y corbatas y sonido orquestado que ofrecieron en
“Royal Albert Hall” (2015), su último
live.
Sea como fuere, la música de Eels es reconocible al instante, y más cuando sus canciones son del género lacrimógeno, como la mayoría de las incluidas en la nueva entrega, destacando una
“The Epiphany” con violines y las confesiones susurradas en el tema
“Sweet Scorched Earth”, de nuevo con sección de cuerda y dramatismo contenido, recordando que en el fondo es un sentimental al que parece que le encanta autoflagelarse; así, se lame las heridas en
“Be Hurt”, con colchón de violines y mucho
spleen, rememorando los viejos tiempos de
“Daisies Of The Galaxy” (1999). Y
“There I Said It” es una balada protagonizada por el piano, lo mismo que el apunte de
“Archie Goodnight”.
Aunque no todo es solemne e intimista: también hay tersura guitarrera, de power pop exultante, en
“Today Is The Day”. Y el garage y el soul se entremezclan en
“You Are The Shining Light”, otro chispazo que contrasta mucho con el atisbo de banda sonora que sugiere
“The Unanswerable” y también con
“In Our Cathedral”, el cierre y la rúbrica que indica que estamos de lleno en una fase introspectiva de Eels. ∎