Siete años han pasado desde que Fiera publicara su segundo LP, el más que reivindicable “Aljarafe” (2016). Punto de partida para una fase que arranca con “Pollo cromado”, corte donde se refleja al dedillo lo radical de una propuesta armada en torno a golpes de post-punk de perfiles violentos y minimalistas, cuajados entre la agresión de unos bajos que suenan como latigazos del rey grime Zomby y la panorámica del silencio entre golpe y golpe de Liquid Liquid, visionarios post-punk neoyorquinos de la primera mitad de los ochenta, de los que resuena su eco en buena parte del trayecto conformado por Pablo Peña y Darío del Moral, más conocidos por ser parte de Pony Bravo. O lo que es lo mismo, una de las formaciones más imprescindibles que nos ha proporcionado el panorama musical del siglo XXI en España.
En cierto sentido, se puede enfocar Fiera como una mutación no wave de la banda nodriza. Puro deleite para los necesitados de una buena dosis de lo que podríamos definir perfectamente como “Hi tec-punk”. Un alivio entre tanta falta de grupos que puedan transcender dentro de unas derivas sonoras cada vez más enterradas en los subsuelos underground.
Pero a lo que vamos: lo que Fiera nos ofrece es una versión en seco y ansiosa de su humor con tirachinas, como en las viñetas sobre la depravación burguesa que llevan a cabo en “Securitas”.
En lo meramente musical, por momentos, podemos llegar a reconocer malformaciones en slow motion de Big Black, Young Gods, el ghetto house y el Arthur Russell de perfiles disco, entre otras muchas más derivaciones no estilísticas.
El universo creado por los miembros de Pony Bravo se introduce en el subconsciente del oyente como hoja de cuchillo oxidado, tal que en “Spoiler”, para un servidor la canción del año desde ya mismo.
Lo feo es bonito y el biorritmo es una consecuencia de atomizar la violencia en escenas lentas o sencillamente marcadas por la finalidad del trance en repeticiones obsesivas a baja fidelidad. Tal es el caso de la brillante “Tirador franco”, cuya letra, escupida entre frases-brújula como “cualquiera puede matar”, responde a la voluntad de ofrecer una versión cruda y descorazonadora de los tumores que irradian la paranoia vital que nos rodea desde todos los flancos sociales.
Pesadilla y absurdo se entremezclan en chutes sobrecargados de inspiración afilada al límite. Fiera saben dónde hacer el tajo del beat, cómo aturdir desde las grasientas texturas minimal de hechizos cyborg como “Hi tec” o “Ladrillo visto”. Esta última es uno de los adelantos publicados para dar a conocer este “Pueblo Nuevo”, uno de los discos que se encuadran con más sentido entre lo considerable como “necesario” a día de hoy. Y es que estamos ante la que, seguramente, sea la demostración más desbordante que nos ha brindado la ortodoxia post-punk en estos últimos años. O sea, desde que Pony Bravo publicó “Gurú” (2019), su último LP.
Así de importante es este trabajo que, encima, está publicado por Humo Internacional, el sello discográfico natural a través del cual editar una obra maestra tan sucia y atractiva como este reducto de autenticidad que se permite el lujo de rematar con un diamante de belleza en bruto como “Es complejo es complicado”, en la que literalmente se convierten en los Suicide de 1980. ∎