La historia del sello neoyorquino OSR Tapes fue la de una aventura en permanente lucha contra el presente: durante los diez años que estuvo en activo, de 2007 a 2017, su fundador, Zach Phillips, se empeñó en limitar su presencia digital. Si alguien quería una de las casetes o LPs que publicaba, había que contactarle por teléfono o correo postal. Su empeño ludita nacía de un deseo de ir contra el ritmo digital y algorítmico que había marcado el devenir de la década. Pese a ello, su catálogo, en el que brillaban artistas como Christina Schneider, Maher Shalal Hash Baz, Daga Voladora o Chris Weisman, fue uno de los más eclécticos y brillantes de la década pasada: una colección inagotable de pequeñas joyas de folk experimental, psicodelia y bedroom pop avant la lettre.
Cuatro años y una mudanza a Bruselas mediante, el proyecto discográfico de Phillips renace bajo el nombre de La Loi, y la primera referencia es para su propio proyecto, Fievel Is Glauque, junto a la cantante belga Ma Clément. Los acompañan hasta una treintena de músicos que rotan según la grabación, siempre en formato de banda en directo. El resultado es tan desconcertante como excepcional: si en “Bring Me To Silence” parecen Belle & Sebastian secundados por un grupo de jazz, en “Decoy” rescatan a Françoise Hardy, en “Unfinding” a Dear Nora y en “Go Down Softly” a los Yo La Tengo del “And Then Nothing Turned Itself Inside-Out” (2000). El disco va dando saltos de género en canciones de menos dos minutos en las que siempre destaca un sonido lo-fi, aunque extraordinariamente cálido, y el virtuosismo contenido de unos músicos muy capaces, pero que no se dan ni un segundo de espacio para el lucimiento onanista de sus habilidades.
Fievel Is Glauque conciben su propio disco como un juego: de a dónde pueden llevar los instrumentistas las canciones en directo, de cómo pueden quebrar las expectativas del oyente sin renunciar nunca a tener un sonido propio y de cómo hacer difusas las líneas entre géneros mientras todo suena compacto.“God Trashmen’s Sent To Right The Mess” es, al mismo tiempo, un sensacional homenaje a lo que supuso OSR Tapes y un paso adelante para los garantes de un underground real y consciente donde se experimenta y se crea música muy lejos de las expectativas de Spotify y YouTube. ∎