Todo parece indicar que el álbum “Fun House” (2021) marcó un punto y aparte en la carrera de Meg Duffy, alias Hand Habits, antaño conocide por un indie folk introspectivo y cargado de cierta virulencia lírica. Porque en su primera colección para Fat Possum, el EP “Sugar The Bruise”, vuelve a mostrarse abierte a nuevos sonidos, a la alegría de la colaboración, a traducir las múltiples facetas de su identidad en música igualmente poliédrica. Ya se veía ese ánimo por seguir saliendo de los hábitos más enquistados en el single que lanzó en 2022 en Psychic Hotline, dos temas compartidos con Amelia Heath y Nick Sanborn de Sylvan Esso, a quienes acompañó durante la gira del “WITH” (2020) de estos últimos.
Duffy se animó a jugar más que nunca tras dar un curso de composición en la serie de talleres School Of Song ese mismo 2021. Según ha contado, dando esas clases cayó realmente en la cuenta del valor de la colaboración o de la improvisación; de la necesidad, quizá, de dar margen al caos para que obre su magia. “Para ‘Sugar The Bruise’, no tenía otro plan que dejar la mente en blanco e inclinarme hacia el lado lúdico de las cosas”, explica en un comunicado sobre el disco. “Reír un poco, rebajar la gravedad, quitar un poco el foco de mi propia experiencia. ¿Y si hacer una canción no supusiera dragar el abismo?”.
Apoyade en la producción por Luke Temple, con quien ya grabó el single de 2021 “Motherless” / “No Reply” para Sub Pop, Duffy se lanza a nuevas aventuras en alta fidelidad. La inicial “Something Wrong” no hace honor a su título, sino que es una feliz exploración de instintos folk desde una óptica heterodoxa, con lo que parece una guitarra eléctrica filtrada para sonar como un sintetizador y una batería que de puro unidireccional podría ser programada. Todavía más curiosa resulta “The Gift Of The Human Curse”, tanto por los juegos vocales (esa voz más grave, quizá distorsionada, o esos coros extraños, quizá infantiles, quizá no) como por esa batería abrasiva. “Andy In Stereo” arranca como una nueva canción de Duffy bajo el influjo de Elliott Smith, pero tiene un inesperado clímax de casi dos minutos con voces en plan mantra, batería funk y bajo profundo: a bailar.
Cuando ya estábamos metidos en la fiesta, llega para hundirnos (dulcemente) “Private Life”, balada de pianos delicados sobre un amor mantenido en secreto por la vergüenza que siente una de las dos partes, la que Duffy tiene enfrente. “Esta es tu vida privada / No pertenezco a ella”, canta en un estribillo devastador. Y el aire de funeral continúa en un instrumental, “The Book On How To Change, Pt. 3”, con un uso más bien amargo del viento madera.
El énfasis en el ritmo regresa con la final “The Bust Of Nefertiti”, nacida de un ejercicio creado por Hand Habits para el citado curso: componer una canción sobre una pieza de arte. El busto de Nefertiti le hace pensar sobre la belleza (“no me extraña que sea tan famosa”) y también sobre el colonialismo (“¿por qué está en Alemania?”). La reflexión es bailable, sobre todo a partir del ecuador, cuando el tema encara una estupenda recta disco. Arthur Russell sonríe en algún lugar. ∎