Álbum

Ingrid Caven

Heidschi Bumbeidschi. 16 moments de ma vieMagarete-Tricatel, 2025

La emblemática actriz y cantante alemana Ingrid Caven (Sarrebruck, 1938) es conocida, fundamentalmente, por haber sido musa del director alemán de cine Rainer Werner Fassbinder (con quien estuvo casada entre 1970 y 1972 y actuó en muchas de sus películas). Fue niña superdotada: a los 8 años bailaba, cantaba y daba conciertos de piano. Tras dejar la escuela, estudió Pedagogía, Historia del Arte y Filología Alemana en Múnich. Se ganaba la vida como profesora hasta que Fassbinder la descubrió entre el público de un teatro a la edad de 29 años. La contrató inmediatamente para numerosos papeles secundarios y, curiosamente, dado que Fassbinder era homosexual, le propuso matrimonio. Pero tras el fracaso de la relación, Caven se dedicó a su gran pasión: la música, y en la década de los setenta se convirtió en una aclamada cantante de chanson en Francia –creo que es la única intérprete alemana condecorada con el Chevalier des Arts et des Lettres y el Commandeur des Arts et des Lettres–. El público la consideró la “nueva Edith Piaf” o “la nueva Marlene Dietrich” y en 1978 fijó su residencia en París, cantando en directo y grabando discos con canciones de Peer Raben, el compositor habitual de las bandas sonoras de Fassbinder.

Desde 1998 ha permanecido en un semirretiro activo. Esto quiere decir que selecciona mucho sus proyectos –sus películas más recientes son “La portuguesa” (2018), de Rita Azevedo Gomes, y “Suspiria” (2018), de Luca Guadagnino–. En 2019, Caven también volvió a aparecer en escena, junto a Helmut Berger y bajo la dirección de Albert Serra, en “Liberté”, la obra del catalán. Precisamente hace dos años y medio, Eulàlia Iglesias entrevistaba en estas mismas páginas a Serra y este aprovechaba para anunciar que estaba produciendo, a la manera de Warhol –“no tengo ni idea de técnica, no voy a estar en el estudio de grabación, sino que facilito que sucedan las cosas”–, un nuevo disco de Caven, con música interpretada (con sus propios arreglos) por el conjunto catalán de música electrónica experimental Molforts, responsables de la música de varias de las principales películas realizadas entre 2006 y 2018 por Serra –“Honor de cavalleria” (2006), “Història de la meva mort” (2013) y “La mort de Louis XIV” (2016)– y algunas de sus instalaciones artísticas multimedia.

Pues bien, ese disco, que ya se había podido escuchar en directo en julio de 2021 en el Festival Rayo, en Matadero Madrid, y en diciembre de 2023 en Salt en el festival Temporada Alta de Girona, se ha publicado por fin (el pasado 21 de febrero). Se trata de una obra (auto)biográfica, en la que la cantante y actriz escribe y canta sobre dieciséis momentos fundamentales de su vida, con sus propias melodías y textos mayoritariamente escritos por ella misma, aunque hay también tres canciones escritas por su marido –el escritor francés Jean-Jacques Schuhl, ganador en 2000 del prestigioso premio Goncourt, con una novela titulada… “Ingrid Caven”–, y otras escritas por ella a partir de poemas clásicos de autores de la talla de Goethe, Heinrich Heine o Mallarmé.

La referencia al estruendo de las bombas es frecuente en estas canciones. Por ejemplo, cuando habla de su primer concierto, en “Nuit de Noël sous les bombes”, que tuvo lugar en la noche de Navidad de 1943, y la Ingrid Caven niña, de 5 años, fue llevada al frente para cantar “Noche de paz” para los soldados nazis: “Dos marineros me escoltan / A una plataforma delgada / Dos abetos a cada lado / Al fondo una pancarta oscura y una esvástica / Empiezo a cantar: Douce nuit, Sainte nuit / Stille Nacht, heilige Nacht”–. Y también en “Goethe à Sarrebruck”: “Allí estaba la casa de la música / Con instrumentos en cada piso / Tres pianos, dos contrabajos / Acordeones y violonchelos / Armónicas y flautas / Era la casa de la música / Luego una bomba durante la guerra / Y todo se convirtió en polvo”. O en “Heidschi Bumbeidschi”, la canción que da nombre al disco y que es, originalmente, el título de una canción de cuna, popular en Baviera y Austria, aunque la que aquí aparece no es una versión; de hecho, no suena en absoluto como una nana, sino que ofrece un tono inquietante y siniestro: “La pequeña niña llega a este mundo / En guerra en el frío / Bajo la nieve y las bombas / Pero en el caos de su enfermedad / En la distancia oye la armonía de una melodía / Heidschi Bumbeidschi boum boum boum boum”. Caven habla también de la enfermedad de la piel que ha sufrido siempre, en canciones como “Chaos” (“Ya no duermo, me rasco / Las heridas de una piel herida”) o “Le piano dans les ruines” (“Para mí, cosita de voz maravillosa / Con esta piel que tanto me hizo sufrir / El piano estaba allí para ofrecerse / Entre rosas silvestres / Y muros leprosos”), o de su relación con Fassbinder, en “Film à Munich” (“Hacia la puesta de sol / Su cámara Arriflex al hombro / Me filma desde lejos en la orilla / Frente al rayo dorado / ‘Go on, go on, don’t be afraid and dance’ / ‘Adelante, baila sobre esta fina capa de hielo’ / ‘Mañana empezamos de nuevo, pero ahora otra vez / Un plano tuyo bailando frente al último rayo dorado’”).

Animada por su amigo Albert Serra, Ingrid Caven se concentró durante los meses del confinamiento en estos textos y en cómo cantarlos y Serra se lo trasladaba a sus cuatro amigos de Molforts: Marc Verdaguer, Ferran Font, Enric Juncà y Joe Robinson. De ahí, vuelta a empezar, para enseñarle a Caven las propuestas musicales. El resultado oscila entre la tradición de la canción alemana, las canciones infantiles y los lieder más artísticos, arrancando en Schubert y Brahms hasta llegar a Schönberg y Weill, pero todo arropado por la intrincada y vaporosa atmósfera oscura, electroacústica y experimental, característica de Molforts, que se han tomado su papel en este disco con la misma modestia con la que dotan a las películas de Serra de su ambiente misterioso.

Desde luego, la actual voz descascarillada de Caven (no olvidemos que en agosto cumplirá 87 años) no puede competir con la tonalidad ronca y sensual de su madurez, pero es que los arreglos que han realizado Molforts tampoco es la que sus viejos seguidores esperarían. Música de cabaret, sí, quizá. Pero aquí las sencillas melodías de Caven están envueltas en una niebla de pesadilla, a la manera de la atmósfera de “In Heaven (Lady In The Radiator Song)”, la canción de Peter Ivers (cantada por él mismo, aunque parezca que la que canta es Laurel Near, la actriz que interpreta a esa especie de Marilyn de mejillas deformes) que se escucha en “Eraserhead” (1977), la película de David Lynch.

Para los más curiosos: las voces masculinas que se escuchan en “Paris Café Voltaire” y “Le phoenix” son, respectivamente, las de Schuhl y Serra. ∎

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