Han pasado menos de dos años desde que joseluis nos dio a conocer “Navajas de Albacete”, sin pretensión alguna, pues se trataba de su primerísima canción. Por suerte, pero sin dejar de sorprender, hace trece meses se le abrieron las puertas de una de las tres majors y sesenta días después autoeditó aquel hit junto a la enraizada “Estilista”, en un casete titulado “Las dos primeras”. Entrando inmediatamente de pleno en el mercado –ya se verá si internacional– de la industria musical pop, sin sufrir fatiga, ni A&R mediante y con plena confianza mutua. Creando, registrando y publicando algo tan redondo como es “Por ahora para siempre”, un disfrute para los oídos que desde ya será uno de los discos nacionales destacables en este 2025.
José Luis Beltrán Marín nació en 1997 en Javalí Nuevo (pedanía de Murcia) y es cantautor, porque sí. Aunque él escriba todas las letras, me consta que no se siente como tal y aquí es donde comenzaría el debate frente a la etiqueta anglosajona singer-songwriter. Una cuestión análoga a lo que solían provocar los términos folclore y folk, que por cierto no vienen al caso, ya que lo suyo va más por un alt-rock costumbrista verdaderamente indie. El caso es que el proyecto joseluis nace cuando el citado cantante se asocia artísticamente, en busca de su sonido, con el coproductor y guitarrista Alberto “Saorín” Pérez (hasta ahora batería, bases en directo y voz), los dos diseñadores gráficos. Seguidamente añaden el sumando del otro coproductor, Pablo Serrano (bajo y voz), amigo y desde siempre escuchando y echando una mano en lo necesario.
Estos dos en su día fueron reconocidos hace más de una década como talentosos músicos en la escena local, liderando entonces sus respectivos proyectos Those y PBSR. Actualmente centrados en joseluis, también participan en los arreglos de las canciones (cantadas en español) que han conformado su LP de debut y comparten con J. L. Beltrán la composición de la música en seis de las diez que totaliza. Saorín en “Accidente” –¡ese fade out!–, “¿Dónde estás?”, “Miedo de un país” (el llamativo segundo sencillo) y “Caballo de carreras”, la primera en terminarse pese a hablar de lo último que se quiere saber (la verdad). Serrano en “Alguien con mi nombre”, la declaración de intenciones que da sentido al álbum (el amor concebido para siempre). Ambos en la precavida “Todo lo malo”. Jota Ele además es el único autor del primer y valiente adelanto seudomaquetero que fue “Guapo”, de “La gravedad”, del último avance que ha sido su “Fortuna” y de “Como el sol”, la cual cierra desvelando la némesis del astro.
Como punto de partida, José Luis reconoce que sus influencias van desde el prolífico e ingobernable canadiense Neil Young a los estadounidenses Wilco, su banda favorita, pasando por el trágico Elliott Smith, o, en su misma lengua, desde la inmediatez de los barceloneses Nueva Vulcano hasta la faceta country romántica del mexicano Juan Cirerol. Por delante, todo. ∎