Joseph Kamaru, alias KMRU, es una nueva y brillante estrella dentro de la música ambiental, que ha estado viajando y actuando en Europa y Estados Unidos reiteradamente durante el último año. Su nuevo álbum, “epoch”, nace de la búsqueda por detener las cosas, por encontrar la felicidad en la tranquilidad.
La primera pista, “guise”, se siente como el despertar suave de un sueño en una mañana de verano; se escuchan sonidos de fondo como voces, vajillas que parecen posarse en una mesa y cantos fugaces de pájaros. Todos estos sonidos pertenecen a un segundo plano. El oyente está envuelto en las prolongadas frecuencias lumínicas y etéreas del sintetizador Sequential Prophet REV2, que transportan suavemente por un espacio liminal, entre la vigilia y el sueño. La segunda pista, “in pieces”, funciona casi como una continuación de “guise”. Ambas son una mezcla entre calmadas frecuencias sintetizadas y sonidos de campo. Podrían interpretarse como metáforas de la perspectiva de un soñador que, siendo consciente de lo que lo rodea, se ve seducido por un diálogo interno interminable que ocupa toda su atención.
“luminous beings” se traduce en una película en la que cada sonido representa un ser luminoso que aparece, crece y desaparece dejando el vestigio de una frecuencia que se revaloriza en su ausencia. En contraste, “resonant sharing” comienza con un tono dramático y claroscuro, que recuerda por momentos la lenta manera de construir tensión de artistas de ambient como Loscil.
En “in new fields”, KMRU juega con bucles amortiguados y un persistente ruido blanco. La sensación es la de un patrón minimalista que se amplifica, empujando al oyente a una sensación bizarra, pues se mueve entre la ansiedad, por la anticipación al clímax, y la calma que roza la hipnosis que proveen los patrones repetitivos. “mood” es una constante de texturas tenues y bucles alegres y rápidos, mientras que “other times” se define por la contraposición entre frecuencias que semejan lamentos y sonidos lumínicos que parecen representar el delicioso placer que a veces surge al hundirse en la nostalgia. “as i wandered” es un conjunto entrelazado de delicadas ondas de sonidos carentes de cualquier ritmo que conforman un valle de tranquilidad, perfecto en su carencia de pretensiones. Por último, “just” se construye con sonidos graves y pesados que parecen desaparecer en una reverberación que difumina la melodía como si fuese una despedida.
Estas pistas nacen del deseo de calmar la intensidad emocional causada por el estrés del movimiento continuo. “epoch” es un manifiesto que defiende la apreciación del momento presente y es una oportunidad para perderse en melodías arpegiadas y encontrar significado en cada pequeño detalle. ∎