Dice Kurt Wagner que está atento e intrigado ante los nuevos constructores de hip hop –léase Kanye West y demás– y que encuentra muy inspiradora su creación de sonidos y texturas. Y que ha tomado buena nota al elaborar este
“FLOTUS” que ya intriga desde la forma: ese título que es acrónimo de “For Love Often Turns Us Still”, y la duración de las canciones que abren y cierran el disco.
“In Care Of 8675309”, con casi doce minutos, traza un precioso meandro melódico que se va repitiendo continuamente, con una extensa letra, al modo del “Sad Eyed Lady Of The Lowlands” de Bob Dylan. La de cierre, de dieciocho minutos, es más insólita: un ritmo electrónico ferroviario que tarda en dar paso a la voz de Kurt, que pasa en un instante de la frialdad mecánica a la emocionante modulación confesional, a modo de suite minimalista. Más sorprendente aún: Wagner introduce efectos sobre su voz propios del pop
mainstream de hoy, sea Auto-Tune emborrachado o “vocoderización” suave.
Y, sin embargo, nada recuerda a Kanye West o Beyoncé, nadie pretende rapear. La pureza de
Lambchop –también sus características emociones– sigue ahí, con el piano bien presente, pero explorando refrescantes construcciones minimalistas en falsete (
“Directions To The Can”) o afrontando su tendencia al soul desde otra perspectiva (
“Old Masters”, “Relatives #2”). Una obra atrevida sin ser rupturista, que puede llegar a dar mucho de sí. ∎