Los Bitchos regresan para ponernos a bailar con su mezcla contagiosa de cumbia, garage y ritmos psicodélicos. Que la banda haya vuelto tras “Let The Festivities Begin!” (2022) con este nuevo trabajo, “Talkie Talkie”, es a la vez una bendición, porque ha cimentado su reputación, y una maldición, ya que la música instrumental no siempre tiene la misma acogida y no le gusta a todo el mundo. A nosotros nos encanta la heterodoxia musical que anima a los músicos a encontrar sus propias ideas y afianzarse en ellas, por el bien de la curaduría y la emoción. La única maldición que podemos encontrar es la de no parar de mover nuestras piernas –ya lo comprobamos en el Primavera a la Ciutat 2022 y en el Primavera en la Ciudad 2023, y este verano en el Bilbao BBK Live y en el Prestoso Fest–, lo que resalta aún más los momentos de belleza entre la energía alegre y bailable que transmiten sin descanso.
Los Bitchos está compuesto por la guitarrista australiano-turca Serra Petale, la bajista sueca Josefine Jonsson, la baterista británica Nic Crawshaw y la uruguaya Agustina Ruiz, que toca sintetizadores y keytar. Todas ellas se inclinan por un estilo elegante y electrizante de despreocupación, y eso que en “Talkie Talkie” están más vivas que nunca. Juntas exploran y comparten doce pistas sin las limitaciones de un solo género, una ventaja evidente de una banda compuesta por miembros de diversas influencias culturales. Su repertorio abarca desde instrumentos tradicionales como el bouzouki griego hasta ritmos característicos de los timbales cubanos, mostrando una notable versatilidad.
Este trabajo agrega un toque nostálgico adicional al sonido que hemos seguido desde la listening party que presentaron en streaming vía Bandcamp. En cada pista hay algo nuevo y siempre es interesante, como ejercicio de concentración, distinguir aplausos, gritos de guerra o un cencerro en ellas. Este último instrumento nos lleva directos a una de sus pistas más bailongas y funkies: “Naughty Little Clove”, un nombre de lo más absurdo (¿“pequeño clavo travieso”?). Si en “Tango & Twirl” encontramos cosas increíbles, como un ritmo de batería que enfatiza el drama, estas se sacrifican en “La bomba”, que recuerda más a los sonidos anteriores de Los Bitchos.
“Hi!”, la canción que inicia el álbum, se precipita con un saludo que incluye sus voces a modo de un cántico grupal formidablemente divertido, interpretado sobre una línea de bajo embriagadora y riffs estridentes que nos despiden con un divertido “Hey, hey / suck on that one, bitch”. La banda sonora perfecta para el verano tomó tierra con “Don’t Change”, que se adhiere firmemente a esa onda bien establecida de guitarras rítmicas y valientes, evocando helados, pelotas de playa, puestas de sol y margaritas. La pista “1K!” se nutre de reggae, cumbia y surf rock, mientras que en “Road” es fácil imaginarse a un personaje a cámara rápida, bailando con unos y otros, cambiando de escenario y vestuario, todo complementado con aplausos que mantienen el show.
Si los sintetizadores de “Open The Bunny, Wasting My Time” apuntan a una guitarra principal y nos dan un respiro, “Let Me Cook” bien podría considerarse la banda sonora de una saga desconocida de James Bond o de un wéstern psicodélico. Tu cerebro quiere que te concentres en ella y que empieces a bailar, y no se nos ocurre un corte de cierre mejor que este.
En resumen, en “Talkie Talkie” se concentran todos los estilos eclécticos de música que les gusta escuchar a las cuatro integrantes radicadas en Londres, y a muchos de nosotros de vez en cuando también, convirtiéndose en un testimonio del compromiso de Los Bitchos de transmitir emociones y comunidad a través de su música retrofuturista, selecta y brillante. ∎